«Un regalo para mamá»

Los niños se reúnen en torno a la mesa de actividades comunes del aula para empezar el trabajo: una composición floral sobre una plancha de corcho para hacerle un regalo a mamá en el día de todas las mamás. La profesora les ayuda a recortar las cartulinas de colores en pedacitos semicirculares y a colocarlos de manera armónica sobre el rectángulo de corcho que cada uno tiene delante.A Pedro le encantan las manualidades. La profesora sonríe al verle manipular las tijeras de punta roma y la barra de pegamento. Su trabajo para el día del padre fue, sin duda, el mejor de la clase. Aunque su pisapapeles de barro no estaba destinado a un padre sino que era un regalo para su abuelo, ese hombre afable que viene a buscarle a la salida del colegio las tardes en que la madre del niño tiene turno en el hospital.Pedro coloca los trocitos de cartulina sobre el corcho y, cuando considera que la flor compuesta es bonita, empieza a pegarlos uno a uno con celeridad. No tengas prisa, Pedro. Nos quedan todavía varios días para acabar el cuadro, le dice la profesora, acercándose a él y comprobando, empero, que el trabajo es impecable.Sin responder, Pedro continúa su tarea y la termina antes de que suene el timbre que marca la hora del recreo. La profesora alaba la tarea y se sorprende cuando el niño le pide material para hacer un segundo cuadro.¿Otro cuadro? ¿Quieres hacerle también un regalo a tu abuela?, le pregunta a Pedro la profesora.No. Para la abuela no, contesta el niño con énfasis. Es para regalárselo a mi otra mamá. ¿No la conoces? Esta tarde viene a buscarme con el abu. Ahora tengo dos mamás.