«TUT-ANK-AMÓN»

     Hoy estoy realmente emocionado, por fin y después de muchos años de espera podré visitar el nuevo Museo Nacional de Egipto, majestuoso e imponente. Se abre ante mí la historia vivía de una civilización mítica. Me lanzo ansioso por los pasillos del museo esperando encontrar las respuestas a tantas y tantas preguntas, desvelar mil misterios y descubrir la verdadera razón de su declive.     Camino por el sinuoso laberinto repleto de sarcófagos, momias, estatuas y joyas que me evocan y trasladan un tiempo pasado. De pronto siento un fuerte impulso, mi voluntad se empaña y una extraña fuerza me hace caminar en una sola dirección. Sin saber cómo, llego a la inmensa sala que contiene todos los tesoros extraídos de la tumba de Tut-ank-amón. Algo me impide pararme a observar y disfrutar aquellas maravillas, cuando de pronto me encuentro parado en el centro de la sala. Frente a frente a la máscara mortuoria del faraón mas famoso y misterioso del antiguo Egipto. Había muerto cuando tan solo era un niño, muerte que aún hoy es todo un misterio.     Mirando fijamente, como hipnotizado, aquella máscara, escucho un susurro que atruena mi cabeza, una voz infantil que me dice: —¡Ayúdame!     Miro a mi alrededor, pero estaba solo en aquella sala, el susurro se repite: —¡Por favor, ayúdame!     Aquel susurro se repetía una y otra vez, hasta que un terrible sopor nubla mi vista y caigo desplomado al suelo….     Cuando suena el reloj, como cada mañana, me levanto y pienso: —Vaya sueño que he tenido esta noche. Como cada mañana, antes de levantarme enciendo la televisión de mi habitación. En el telediario de la mañana, narraban una noticia sorprendente. —“Según fuentes del gobierno egipcio, la máscara mortuoria del faraón Tutankamón, ha sido robada del nuevo Museo Nacional”     Me levanto y me dirijo al salón, allí estaba, majestuosa la mascara que me hablaba en mi sueño. La máscara de Tut-ank-amón…  entonces me dije: —¡Creo que me he metido en un lío!