ACME Corporation
Las empresas son una parte vital de la economía y pocas películas encontramos donde no se haga alusión a alguna. Ya sea porque es el lugar de trabajo de los protagonistas trabajan o porque la propia organización es protagonista, la mayoría de las historias tienen de manera directa o indirecta a una o varias empresas participando activamente en las tramas. Me gusta decir que las empresas son personas, entre otros motivos porque al final del día quién toma decisiones son las personas. Sin embargo hay muchas películas donde una marca, una asociación o una empresa han sido protagonistas absolutos y diferenciales de la historia.
En este capítulo vamos a hablar de un tipo especial de empresas. Por supuesto hay películas como “Los Becarios” (“The Intership” (2013), de la que pronto hablaremos) donde el protagonismo absoluto es la cultura empresarial de una compañía mundialmente conocida como Google. Sin embargo no siempre es posible hacer una película sobre una empresa real. Permisos, limitaciones legales, secreto industrial o simplemente los problemas para encajar una historia en el día a día de una empresa real que tiene su inercia y sus compromisos. Así que lo más normal es que nos encontremos normalmente con empresas ficticias en la mayoría de las películas, empresas que en algunos casos han alcanzado reconocimiento histórico, fama mundial y son reconocidas más allá de la pantalla. Vamos a conocer un poco mejor algunas de estas empresas.
Cualquiera que haya tenido infancia conoce a Wile E. Coyote. ¿Quién ha dicho que no? ¡Increible! Bueno, quizá ayuda si hablamos de su antagonista, “Correcaminos”, con su característico “Beep, Beep”. En esta famosa serie de animación infantil, aunque también del gusto de los menos pequeños de la casa, eran también protagonistas los productos de la empresa ACME. Pero no sólo en dicha serie, la empresa ACME apareció en muchos más contenidos televisivos, cinematográficos e incluso reales.
Uno de los orígenes del nombre ACME de la serie se supone que es como acrónimo de “A Company (that) Makes Everything”, que significa “una empresa que hace de todo”. Pero en realidad iba mucho más allá. ACME era un nombre genérico que se puso de moda en los años 20 del siglo pasado en USA para posicionar mejor en las "páginas amarillas". Muchas empresas decidieron adoptar un nombre que comenzara por ACME para ser ubicadas en las págians iniciales de los catálogos. Así pues ACME Markets (1891) no necesitó realizar esta triquiñuela porque su nombre venía de antes de ponerse de moda la venta por catálogo, pero otras como ACME Boots, fundada en 1929 durante la Gran Depresión, sobrevivió gracias a su nombre con cierto éxito hasta el año 2002, cuándo fue comprada por una subsidiaria del holding de Warren Buffet.
¿Más motivos para que ACME sea mundialmente famosa? En la época gloriosa de estos dibujos animados las señales de tráfico en L.A. las fabricaba la empresa…nadie me va a creer, pero sí… ACME Traffic Signal Co. Las mismas señales que se usaban en múltiples comedias animadas de Warner Brothers por aquel entonces, aprovechando el característico sonido de estos dispositivos urbanos.
Finalmente Chuck Jones, animador de Warner Brothers, desvelaba el misterio en un documental en el año 2009
Finalmente Chuck Jones, animador de Warner Brothers, desvelaba el misterio en un documental en el año 2009
Si querías un arco y una flecha, tenías un palo. Si querías dirigir una orquesta tenías un palo. Si querías hacer un duelo tenías un palo. No podías ir y comprar uno; y así fue como el término ACME apareció. Siempre que en algún capítulo aparecía una tienda de comestibles o cualquier cosa decíamos que era de la ACME Corporation. ¿Por qué? Si mirabas en las páginas amarillas en la sección por ejemplo de droguería, encontrabas que la primera empresa era Droguería ACME. ¿Por qué? Porque AC era lo más alto que podías encontrar; significaba lo mejor, lo superlativo.
Como explicaba el veterano animador el origen etimológico del nombre es de la palabra griega ακμή que significa el cenit, la cúspide, lo más alto. Teniendo en cuenta el resultado que daban sus productos a Wile. E. Coyote creemos que el nombre de una de las empresas ficticias más famosas es como la cuadratura del círculo: pura ironía. Su “motto” era sencillo, pero rotundo y directo: “Quality is our #1 dream”, "La calidad es nuestro sueño nº1"
De este modo en 1949 aparecía por primera vez un producto ACME en unos dibujos animados. Se parodiaba también de este modo a la compañía Sears, reyes en aquella época de la venta por catálogo. Por un lado todos los productos ACME llegaban por vía postal. Por otro lado el catálogo de Sears contaba desde principios del siglo XX con productos marca ACME, de entre los cuales llamaba la atención la posibilidad de comprar yunques a distancia. Los mismos yunques que “Coyote” usaba continuamente con éxito desigual contra “Correcaminos”. Por cierto, el catálogo de ACME (nuestra ACME) está disponible en Amazon, en una muestra de adaptación al mundo actual.
Pero como avisábamos al principio no sólo en esta serie de animación inspirada en el mito de Sísifo aparecía ACME. La película “¿Quién engañó a Roger Rabbit?” (1988) tenía como trama principal resolver el asesinato de Marvin K ACME, fundador de la Corporación ACME y multimillonario gracias a la misma. Una gran ocasión para conocer más productos y la propia fábrica de ACME por dentro. También la película JFK (1991) de Oliver Stone mostraba personajes con monos de trabajo marca ACME en la misma. En “El bueno, el Feo y el Malo”(1966) la pólvora que roba Tuco es de marca ACME; “Padre de Familia”, “Los Simpson” o la película de “SouthPark” hacen referencia a ACME; Arnold Schwarzenegger en “El último gran héroe” (1993) se enfrenta a gran cantidad de productos marca ACME, como una caja de explosivos durante la escena de persecución, un camión de helados, una pila de cajas de cartón, un videoclub con la inscripción ACME en su puerta de entrada, grúas de construcción ACME e incluso una vez aparece la marca ACME en el mundo real; “Ace Ventura: Detective de Mascotas” (1994) entra en una base de datos ACME; la serie “Me llamo Earl” contó en un capítulo con productos ACME; “El Sentido de la Vida”(1983) de los Monty Python fabrica edificios con materiales de marca ACME; y la española “El Milagro de P.Tinto” (1998) los incluye también
Pero volvamos a retomar el detalle de la parte corporativa, dónde conocemos ya a su difunto fundador por la película “¿Quién engañó a Roger Rabbit?” pero mucho se ha especulado sobre quién era el CEO. En la serie se explicaba que ACME era de hecho “A Wholly-Owned Subsidiary of Roadrunner Corporation”, así que en teoría el correcaminos lideraba la operativa de la empresa, lo que explicaría el porqué de los problemas de Wile E. Coyote con sus productos. Es más, el señor Coyote demandó en 1990 en la corte de Arizona a la empresa, solicitando 17 millones de dólares en daños y perjuicios En la demanda detallaba con diferentes diagramas los problemas específicos de los productos.
El señor Coyote afirma que en ochenta y cinco ocasiones adquirió, a través del departamento de pedidos por correo, determinados productos de ACME Company que le produjeron lesiones corporales a causa de defectos de fabricación o un etiquetado de advertencia inadecuado.
Parecía imposible llegar a esta situación teniendo en cuenta la relación entre ambos, empresa y fiel cliente: en la película “Looney Tunes: Back in Action” (2003) Wile E. Coyote aparece como empleado de ACME; en “Tiny Toons Adventures” explicaba él mismo a su protegido que tiene una cuenta de crédito sin límite; y en general se ha especulado con mucho criterio en diversos foros online con su labor como “Beta Tester” de los productos de la compañía. Desconocemos el resultado de la demanda, aunque existe una respuesta de la compañía argumentando por qué debería ser desestimada.
En cualquier caso los 17 millones no hubieran supuesto problema alguno para ACME Corp. Según un estudio detallado de los libros de la compañía realizado por Forbes el valor de la misma en el año 2007 era de 348,7 billones de dólares. Dirigida por Marvin K. Acme Jr., digno sucesor tras la terrible muerte de su padre, la compañía iba viento en popa tanto en el negocio de los yunques como en el de otros productos tales como las píldoras para crear terremotos, bastones propulsores, la goma de borrar gigante ACME que sirve para “atrapar animales que corren por las carreteras” o su nueva línea de parques temáticos. Como su CEO expresa con entusiasmo:
La gente quiere experimentar el estilo de vida ACME de una manera mucho más plena que simplemente comprando alguno de nuestros “divertidamente defectuosos productos.
Pese a las dudas de los analistas sobre seguridad, tamaño del mercado o impacto de Internet, consideramos que actualmente sigue en buena forma y la ponemos al frente de nuestra lista.
Reginald Perrin Products (Grot Ltd.)
Como hemos podido comprobar ACME se especializó allá por los principios del siglo XX en productos que no funcionaban, o al menos que no lo hacían cómo se esperaba de ellos. Pero no fue la única. Otro gran ejemplo fue Grot Ltd., el imperio creado por Reginald Perrin.
En la serie de televisión “Caída y Auge de Reginald Perrin”, y en el libro del mismo nombre de David Nobbs, el protagonista había decidido cambiar su vida de manera radical. Ejecutivo en una empresa de postres industriales (Sunshine, que traducido significa "amanecer"), Reggie está en medio de la crisis de la mediana edad, aderezada con una impotencia sexual galopante y un jefe castrador (CJ era su nombre) que haría las delicias de cualquier gurú del liderazgo actual. Sus tareas diarias en particular y su trabajo en general le parecen algo ridículo. En casa tampoco mejora la cosa y su familia le resulta aún más agobiante. Épicos son los momentos en que se habla de su suegra e inmediatamente aparece la imagen de un hipopótamo moviéndose “grácilmente” por la pantalla. La desesperación del protagonista por cambiar su vida crece según pasan los capítulos de la primera temporada, pero no tiene ni idea de qué es lo que quiere hacer con ella. Finalmente Reginald decide cortar por la tangente y fingir su suicidio para terminar con su sufrimiento y empezar de cero.
En la segunda temporada Reggie vuelve como Martin Wellbourne. Comienza trabajando en la misma empresa de postres pero desde lo más bajo, aunque termina siendo despedido. Posteriormente lo hace en una granja de cerdos pensando que ese tipo de trabajo es el más apropiado para sus objetivos, pero también es despedido. Su mujer, la entrañable Elizabeth, ya ha vuelto a estar con él en esta nueva vida, y se pone también a trabajar pero es igualmente despedida por escribir una carta deliberadamente mal.
Entonces Elizabeth tiene una idea: "Podríamos abrir una tienda y fabricar nosotros cosas para vender" Pero una duda, típica de cualquier emprendedor novel pero motivado, les asaltaba, ¿qué tipo de tienda? "Algo se nos ocurrirá", dice Reggie tranquilizador. Este es el germen de la tienda “Grot” que terminó por convertirse en el Imperio Grot.
¿Por qué ese nombre? El hermano de Elizabeth, Jimmy, les hace una visita. Quiere crear un ejército privado para luchar por Gran Bretaña. Jimmy le muestra a Reggie su arsenal de armas y le explica contra quién quiere luchar, entre los que se incluyen comunistas, maoístas, trotskistas, neo-trotskistas, cripto-trotskistas, líderes sindicales, líderes comunistas sindicales, ateos, agnósticos, bichos raros de pelo largo, bichos raros de pelo corto, vándalos, gamberros, hooligans, oficiales de libertad condicional ñoños, cirujanos extranjeros y restaurantes chinos de todo el mundo (“¿por qué crees que el castillo de Windsor está rodeada de restaurantes chinos?”) entre otros.
Reggie preocupado le replica: "Te das cuenta de la clase de gente que vas a atraer, ¿no Jimmy? Ladrones, matones, psicópatas, policías despedidos, guardias de seguridad, guardias de seguridad despedidos, racistas, … ". A Jimmy le parece perfecto ya que pensaba que le costaría más reclutar gente, así que le insiste a nuestro héroe. “¿Cuento contigo Reggie?”. "No, ciertamente no", responde Reggie. "Nunca he oído tal basura. Es todo una basura ..." Y se hizo la luz. "¡BASURA!" exclama Reggie. La semilla de la tienda Grot germina. Reggie corre a explicar su idea a Elizabeth y el capítulo tres finaliza con nuestro héroe pintando el logotipo en su primera tienda.
En el siguiente episodio Reggie abre su negocio y anuncia sus productos dentro de la tienda con carteles que dejan claro el enfoque de sus productos: "Se garantiza que cada cosa en esta tienda es absolutamente inútil."; "Cientos de regalos ideales para las personas a las que odia"; "Un montón de regalos para personas que no tienen gusto"; o "Algo que nadie más tiene" Tras unos primeros intentos fallidos Reggie comienza realmente a vender la basura de su tienda. Desde fotos realizadas por su dentista, el Dr. Snurd, en el Algarve portugués (“sus fotos crearon gran agitación en la exhibición de Arte Dental”), pasando por el horrible vino que fabrica su yerno Tom, o incluso un marco cuadrado de madera. Al final del primer día ha vendido productos por valor de 93.82£, que aproximadamente supondría como unas 10 veces más a fecha de hoy.
El negocio crece y Reggie se da cuenta que tiene que ampliar las operaciones. Consigue un préstamo por 30.000£ de su antiguo jefe, CJ, lo que le permite mudarse a un complejo de oficinas. En apenas dos años Perrin Products (Grot Ltd) generaba unos beneficios de 750.000£ a través de una red de 44 tiendas.
De nuevo Reggie se da cuenta de que está atrapado en la misma rutina de la que trató desesperadamente de escapar originalmente en la primera temporada, así que decide destruir la empresa. Para ello comienza a contratar personas inadecuadas en puestos inadecuados. O lo que es lo mismo, familiares y amigos en cualquier puesto. Por ejemplo, convierte a Tom, su yerno, en Jefe de Publicidad, lo que da lugar a slogans como "Grot es el lugar ideal para los regalos, ya que está todo en una planta, así que no hay ningún ascensor." Incluso lanza una campaña sugerente, una idea brillante "Las rebajas de Enero en Septiembre. Un 20% más en todo. Incrementos fantásticos todo el año." Sin embargo los intentos de Reggie para conseguir que Grot se hunda sólo generan aún más éxito. Posiblemente este es el motivo por el cual la generación actual de empresas familiares y start-ups siguen contacto con familiares y amigos en puestos de responsabilidad, a pesar de ser altamente contraindicado para su salud. Reggie lo sabía, pero una vez más todo salió al revés.
Al no ver más opciones decide vender el imperio Grot y despedir a todo el mundo, dejando entrever que tiene una severa enfermedad. La serie termina de manera similar a la primera temporada, pero en lugar de estar Reggie solo en la playa vacía abandonando su ropa, esta vez está con Elizabeth… Inesperadamente aparece en la playa CJ y muchas otras personas que hacen lo mismo, buscando cambiar sus antiguas vidas por una nueva más plena.
Entre los productos que vendía Grot Ltd. podíamos encontrar los ya mencionados junto con pelotas de fútbol cúbicas, puddings sin sabor, guitarras y raquetas de tenis sin cuerdas, latas de galletas vacías, jaulas de pájaros sin puertas, vajillas rotas, pelotas de cricket rompibles, LPs silenciosos (con grandes éxitos como 'We are not the Champions”, “You Will Always Walk Alone” o "Canciones de un monasterio trapense"), modelos verticales de la Torre inclinada de Pisa, ceniceros sin fondo, dados redondos, unas inocuas píldoras blancas ("no tienen efectos secundarios, no es necesario mantenerlas fuera del alcance de los niños y los católicos pueden tomarlas"), supositorios insolubles, vinagreras sin agujeros, libros en blanco, alimentos que engordan ("para masoquistas con dietas"), pegatinas de coches inservibles (incluido "Hemos estado en la tienda que vende pegatinas para automóviles” y “Este adhesivo no pega"), escaleras sin peldaños, diccionario de Holandés-Holandés, pianos sin teclas, pegamento antiadherente, el LP 'laringitis en 30 lugares': ("con el silencio de Max Bygraves, Des O 'Connor, el Bay City Rollers, Sex Pistols y Rolf Harris "), hojas de afeitar de caucho ("para afeitadores nerviosos"), camas de agua porosas, cacerolas resistentes al calor, ratoneras hechas enteramente de queso, cuerdas de remolque elásticas, latas de nieve derretida, cajas de cartón vacías, Máquina-Adivina-Para-Qué-
En este libro hablamos de la importancia de la venta y de los comerciales como parte de un proceso para crear valor. Así que a primera vista esta empresa parece totalmente ficticia dada la incapacidad de crear valor de estos productos. Nada más lejos de la realidad. No, no me equivoco. La realidad. La misma que una vez más supera al a ficción. Porque en 1975 Gary Dahl ya había hechos sus pinitos emprendedores vendiendo “Rocas Mascota” Las mismas que todavía se pueden encontrar hoy en su página web: Pet Rock™. “La única mascota que poseerás y que nunca tendrás que alimentar, pasear, limpiar, entretener o (ejem) castrar” No sólo eso sino que además viene ya entrenada en sentarse y quedarse quieta. ¡Lo que te ahorras en adiestramiento! Por unos míseros $19,95 puedes ser hoy el orgulloso poseedor de una mascota con certificado de autenticidad.
El creador Gary Dahl no conocía la historia de Reginald Perrin. Simplemente en abril de 1975, mientras estaba en un bar con sus amigos, se le ocurrió una sencilla solución al problema que planteaban todos ellos sobre las necesidades de sus mascotas. Gary crearía la mascota 'perfecta': una piedra. No necesita ser alimentada, ni salir a pasear, no se muere ni enferma, es complicado que desobedezca y la limpieza es cosa de cada uno. Lo que empezó como una broma se convirtió en algo serio. Diseñó un manual de instrucciones (“The Care and Training of your Pet Rock Manual”) para la roca mascota, lleno de chistes y bromas acerca de la piedra, tratándola como si fuera una mascota real. Las pet rock originales no tenían ojos, las actuales muestran cierta adaptación al público del siglo XXI.
El negocio duró unos seis meses con un pico en las Navidades de 1975 dónde vendió 1,5 millones de unidades. Para Febrero de 1976 ya no las ofrecía por la caída de las ventas. Se vendieron en total 4 millones de “Pet Rocks” a $3,95 cada una. Comenzó comprando piedras grises ordinarias en almacenes de productos para la construcción que luego vendía simulando que fueran mascotas vivas. Las enviaba en cajas de cartón con un relleno de paja y hoyos para poder respirar. De hecho el principal coste era la manipulación en el proceso de cortado de los agujeros y ensamblado de la caja, seguido por el manual de adiestramiento. Las que se vendían en tiendas le dejaban un 50% de margen, con un coste de apenas un centavo en comprar cada piedra, haciendo a Gary millonario. Cambió de vida y compró un bar, aunque poco después lo vendió y volvió a la publicidad. En 1988 durante una entrevista comentó que "en ocasiones doy una mirada al pasado y me pregunto si mi vida hubiera sido más simple de no haber hecho lo que hice". Se convirtió en una celebridad, escribió el libro “Advertising For Dummies” en 2006 y fue entrevistado por revistas de todo el mundo. En 2012 la empresa Rosebud Entertainment registro la marca en EEUU y puso de nuevo a la venta las Pet Rock.
Por supuesto no es el único caso de un producto real que se pueda encontraba en las tiendas de Grot Ltd. En el año 2014 una banda de música generó $20.000 vendiendo a través de Spotify 5 minutos de silencio. Sleepify fue un álbum que cambió muchas cosas, entre ellas las normas de la plataforma Spotify. En ésta para poder monetizar era necesario que se reprodujeran canciones de más de 30 segundos, así que la banda subió un álbum con 10 canciones de poco más de 30 segundos. Acompañado de un vídeo dónde explicaba a los fans como repetir en bucle el álbum para que ellos recibieran más dinero (según especificaba el modelo de reparto de ingresos de la plataforma), la banda comenzaba a convertir los entre 0,0037 y 0,007 dólares por reproducción en miles de ellas. Un fan que pusiera el álbum en bucle durante una noche entera generaba cerca de 5 dólares a la banda. Parece poco pero multiplicado por el número de fans, el de curiosos y el efecto del boca a boca, el resultado es que a los dos meses Spotify dio de baja el álbum de la plataforma aunque no había incumplido los términos del servicio. Tras más de 5,5 millones de reproducciones la banda esperaba un cheque de $20.000 por su gran éxito inolvidable e inconfundible. Casi tanto como el LP “laringítico” de Reginal Perrin, pero en la época de Internet.
Este efecto de difusión se conoce en economía como comportamiento gregario o “Fad”. Ya lo explicaba el refrán "¿Dónde va Vicente? ¡Donde va la gente!". Esta presión por parte del grupo o de la manada puede redundar en comportamientos como la compra masiva de las Pet Rock a mediados de los 70. Estos comportamientos duran poco tiempo pero generan una acción por imitación que hace millonario a quién es capaz de detectarlos, impulsarlos y aprovecharlos. La inteligencia colectiva en estos casos nos hace algo menos “inteligentes”. Podemos diferenciar el concepto de tendencia o moda de un “fad” por su duración. Se supone que este efecto gregario es más corto en el tiempo que otros similares. Una tendencia suele asentarse, evolucionar hacia un cambio permanente y entrar dentro de una línea temporal de eventos seguida de la siguiente tendencia que la sustituye. Sin embargo Gary estuvo vendiendo su producto durante apenas unos meses.
En general hablamos de comportamientos que se desarrollan en mercados masivos o poblaciones urbanas, que se difunden de manera rápida y “efervescente” en poco tiempo, y que la conducta que generan anima a los cercanos a replicarla generando una tendencia. Pero esa tendencia normalmente desaparece rápidamente cuando la sensación de novedad disminuye o se acaba. La conducta puede ser de cualquier tipo: ropa, giros idiomáticos, inversiones financieras (y por ende burbujas), etc. Los medios de comunicación masivos y actualmente los medios sociales son muy importantes en este proceso. Malcom Gladwell, escritor y articulista del New Yorker, hablaba en su libro “La Clave del Éxito” (2007) de este fenómeno en términos de viralidad y conexión. Partiendo de la epidemiología determinó que había tres tipos de perfiles que afectaban al proceso: los "enterados", los "conectores" o transmisores y los "vendedores natos", que desempeñan un papel decisivo en el de boca en boca. Las características fundamentales para que se produjera eran la capacidad de contagio y focalización de los factores implicados; un conjunto de pequeñas causas que es capaz de provocar grandes efectos; y que el cambio no se produce de manera gradual, sino drásticamente a partir de un punto crítico (tipping point o "punto de inflexión", que daba nombre al libro original en inglés) de aumento: las epidemias empiezan y acaban bruscamente, y encuentran un cenit más allá del cual declinan en poco tiempo. Este modelo se asemeja mucho al de los Fad o las modas que hicieron ricos a Reginald y a Gary. Jonah Berger, professor de Wharton e investigador, ampliaba y matizaba en “Contagious: why things catch on” (2013) los aspectos prácticos que hacían que dicho efecto se produjera. En él hablaba de aspectos como la moneda social (solemos hablar más de algo que nos hace parecer más inteligentes o divertidos o diferentes, como de una piedra mascota); los disparadores (estímulos del entorno que se relacionan con cosas conocidas de referencia, como el manual de entrenamiento); las emociones (que nos llevan a la acción y animan a compartir, como la reacción ante poseer una mascota tan original); el carácter público (que sea fácil darle visibilidad, que despierte interés y no sea complicado de entender); el valor práctico (que en el caso de las piedras y de la tienda de Reginald no era el aparente principal del producto, sino divertirse, entretenerse o regalar algo a quién odiamos); y que se pudiera contar una historia sobre el tema para facilitar la difusión (Gary era un gran contador de historias y el manual de 36 páginas ayudaba bastante). Otra fuente de “fad” son las celebrities por ejemplo.
Así que si nos fijamos con detalle podemos descubrir el sólido trabajo de marketing detrás del proyecto de la Pet Rock. Conseguir varios millones de dólares netos en apenas 6 meses no es sólo cuestión de suerte. Gary, que falleció el 23 de Marzo de 2015 a la edad de 78 años, trabajaba como publicista en una agencia escribiendo copys y slogans. Consiguió ser entrevistado por Johnny Carson y salir en la revista Time. En consonancia con nuestro querido Reginald, Gary comentó a la revista People que “la gente estaba muy aburrida y cansada de todos sus problemas”. Él, como Reggie, nos dio algo para entretenernos y divertirnos.
Por cierto, la crisis de la mediana edad de Reggie y los libros en blanco se han unido también en el mundo real. El libro “Sex after 40" del Dr. Myron Solow (Kalan Inc., 2005) está formado básicamente por un montón de metafóricas páginas en blanco. ¿Que no tiene gracia? Me lo cuentan ustedes cuando cumplan los 40. De mientras sigamos con más empresas de cine.
Si quieres leer más, tendrás que apoyar el libro.