La guerra civil española (1936-1939), tuvo, sin negar en absoluto el gigantesco peso de los factores endógenos que llevaron a la crispación, otra dimensión, la internacional, que gravitó desde el principio en los planos ideológico, económico y militar de cada una de las partes del conflicto.
La historiografía sobre este aspecto, superada ya la etapa en que vencedores y vencidos minimizaban la intervención extranjera en el bando propio y exageraban la del contrario, se encuentra en los últimos años, según se ha ido produciendo la apertura de nuevos archivos, perfectamente encauzada. Son aluvión las aportaciones rigurosas y con metodología científica que se vienen produciendo.
Ahora bien, ¿cuál fue la situación inmediatamente previa?, ¿cuáles fueron las relaciones internacionales de los Gobiernos de la República con los Estados que después combatieron?, ¿cuál es la razón de las actitudes francesa y británica? Hasta donde nosotros hemos podido saber, son preguntas sin respuestas.
Esta laguna historiográfica de conjunto, más profunda, quizá, en lo referente a las relaciones exteriores de la II República, no puede, sin embargo, achacarse a desidia de los investigadotres. Obstáculos objetivos han impedido durante mucho tiempo el acceso a los Archivos del MInisterio de Asuntos Exteriores. En 1977 se produjo una tímida apertura muy limitada y selectiva. Es a partir de la propia Orden del Ministerio de 16 de enero de 1984 (B.O. del E. de 18-2-84), que liberaliza el acceso de los investigadores a la documentación del Archivo General con más de 25 años de antigüedad, cuando la situación puede cambiar.
La historiografía sobre este aspecto, superada ya la etapa en que vencedores y vencidos minimizaban la intervención extranjera en el bando propio y exageraban la del contrario, se encuentra en los últimos años, según se ha ido produciendo la apertura de nuevos archivos, perfectamente encauzada. Son aluvión las aportaciones rigurosas y con metodología científica que se vienen produciendo.
Ahora bien, ¿cuál fue la situación inmediatamente previa?, ¿cuáles fueron las relaciones internacionales de los Gobiernos de la República con los Estados que después combatieron?, ¿cuál es la razón de las actitudes francesa y británica? Hasta donde nosotros hemos podido saber, son preguntas sin respuestas.
Esta laguna historiográfica de conjunto, más profunda, quizá, en lo referente a las relaciones exteriores de la II República, no puede, sin embargo, achacarse a desidia de los investigadotres. Obstáculos objetivos han impedido durante mucho tiempo el acceso a los Archivos del MInisterio de Asuntos Exteriores. En 1977 se produjo una tímida apertura muy limitada y selectiva. Es a partir de la propia Orden del Ministerio de 16 de enero de 1984 (B.O. del E. de 18-2-84), que liberaliza el acceso de los investigadores a la documentación del Archivo General con más de 25 años de antigüedad, cuando la situación puede cambiar.