CAPÍTULO 7
El rey lobo y el príncipe oso. Las regiones Paleártica y Neártica.
-Lo que no entiendo es por qué tenemos que ir al Zoo. – dijo el joven, mientras el autobús se acercaba al Zoo de la Casa de Campo.
-Verás, chico, creo que la mejor manera de que entiendas lo que son las regiones zoogeográficas es ir al Zoo, porque allí los animales están distribuidos por continentes y puedes tener una visión de conjunto de lo que es la comunidad faunística de una región determinada. El Zoo de Madrid, además, es uno de los mejores del mundo y allí lo vas a entender mucho mejor.
- Si tú lo dices…
Una vez pagaron las entradas y accedieron al recinto, torcieron a mano izquierda donde se encontraba la fauna europea y se detuvieron ante el amplio espacio dedicado al oso pardo, separado del público por un gran foso. Dentro, varios osos descansaban. El viejo dijo:
- El oso es uno de los animales emblemáticos de las regiones Paleártica y Neártica y, de hecho, les da nombre. En griego, “oso” se dice arktos, y de esta palabra deriva “ártico” puesto que la constelación de la Osa Mayor marca el camino al Norte. “Ártico” significa, pues, algo así como “la Tierra del Oso”. “Paleártico” sería, entonces, la “Antigua Tierra de los Osos” y “Neártico”, la “Nueva Tierra de los Osos”, aludiendo al Viejo Mundo y al Nuevo Mundo. Las regiones Paleártica y Neártica son, en muchos aspectos, regiones gemelas tan similares entre sí que, a veces, se las agrupa juntas en la llamada Región Holártica.
[La Región Paleártica es la más grande del mundo y comprende Europa, África al Norte del Sahara, Oriente Medio y Asia al Norte del Himalaya, así como el Archipiélago Japonés. Por su parte, la Región Neártica comprende Norteamérica desde el Ártico hasta las mesetas centrales mexicanas].
El joven preguntó:
- Parecen regiones más bien dispares…no veo en qué pueden ser gemelas.
- Fíjate bien, Kevin. Estas regiones se caracterizan por su elevada latitud norteña y por tener climas templado-fríos. Como el Hemisferio Norte contiene más tierra continental que agua, el Paleártico y el Neártico están cruzadas por las mismas bandas climáticas y de vegetación, bandas que se extienden en paralelo, de norte a sur: en primer lugar, una región polar-ártica propiamente dicha. Luego, una banda de “taiga”, o bosque boreal compuesto de coníferas (pinos, abetos, alerces…). Después viene una zona de bosque templado o caducifolio y, en las zonas donde la geografía lo permite y la influencia del mar es pequeña o inexistente, estepas y desiertos. Por último, ambas regiones disponen de formidables sistemas montañosos. En el Paleártico, en sentido oeste-este: Pirineos – Alpes – Cárpatos – Balcanes – Anatolia – Cáucaso – Hindukush – Pamir – Himalaya. En el caso del Neártico, en sentido norte – sur: las Montañas Rocosas, desde el sur de Alaska hasta su prolongación por la Sierra Madre Mexicana.
[Como puedes imaginarte, a similitud de ecosistemas, hay similitud de fauna, similitud que viene favorecida por dos hechos del pasado. El primero de ellos es la Glaciación, de las que hubo varias, y afectaron al Paleártico y al Neártico por igual, pero no afectaron al resto de las regiones del mundo. Las Glaciaciones tuvieron el efecto de eliminar muchas especies animales e hicieron que, en términos generales y comparativos, las faunas del Paleártico y el Neártico son relativamente pobres con respecto a las otras regiones no afectadas por dicho fenómeno.
El segundo hecho está relacionado con el primero. Cuando los glaciares estaban en su punto álgido retenían agua que, de otro modo, estaría en el mar. Esto significa que, cuando los glaciares aumentan, el nivel del mar disminuye, y cuando el nivel del mar disminuyó lo suficiente, surgió un puente de tierra que conectaba Siberia y Alaska, en lo que hoy es el Estrecho de Bering. Esto ha sucedido varias veces a lo largo de la historia del Planeta y favoreció el intercambio de especies entre ambas regiones.
Por eso, el Paleártico y el Neártico comparten osos, lobos, linces, renos, bisontes, alces, ciervos, ardillas, castores…prácticamente la fauna de las regiones polares es idéntica en ambas regiones, con osos polares, zorros polares, liebres variables, búhos nivales, bueyes almizcleros en ambas zonas. Finalmente, también el ser humano atravesó el puente de Bering para colonizar América hace unos 25.000 años, procedente de Siberia. En el pasado, también por este puente transitaron los mamuts, desde Siberia a Alaska y, en sentido inverso, los caballos y los camélidos, ambos originarios de Norteamérica, que pasaron al Paleártico y luego se extinguieron en su patria original].
- Esto no me lo esperaba. Es increíble la movilidad que tienen y han tenido los animales. Yo tenía una idea mucho más estática del mundo animal.
- Has de tener en cuenta que nuestro mundo no es estático, sino dinámico. A lo largo de los millones de años, los continentes se han ido desplazando, se han levantado cordilleras, han cambiado las corrientes marinas y el clima… Por tanto, las especies aparecen, se mueven y desaparecen. Pero todo sucede a un ritmo tan lento que nos parece imperceptible.
El viejo señaló a los osos.
- Por tanto, el oso es el símbolo del Paleártico y el Neártico puesto que, excepto dos, todas las especies de osos viven en estas dos regiones. Tenemos, pues, el oso polar, el oso pardo, el oso negro americano y el oso negro tibetano. Fuera del Holártico tenemos el oso de anteojos, que vive en Sudamérica y el oso bezudo, que vive en Asia Sudoriental. El oso, por otro lado, resume la característica fundamental de las faunas del Holártico: es una especie generalista.
- ¿Qué es una especie generalista?
- Una especie generalista es una especie que, si bien inicialmente puede estar adaptada a un tipo de alimentación y hábitat, en definitiva, a un modo de vida determinado, puede adaptarse con rapidez y facilidad a otro modo de vida, otro hábitat y otra alimentación, incrementando así sus posibilidades de supervivencia. El oso pertenece al Orden Carnívoros y su dentadura está adaptada al consumo de carne. Pero en realidad el oso come de todo…carne, pescado, miel, frutos, ciertos tipos de vegetales… Esta flexibilidad le ha permitido sobrevivir, al adaptarse a todo tipo de ambientes. Esta característica es compartida, en mayor o menor medida, por buena parte de la fauna del Holártico, debido a que las edades de hielo impusieron a todas las especies el terrible dilema de “adaptarse o morir”. Por el contrario, en otras regiones donde el ambiente ha sido mucho más estable, como las zonas tropicales, muchas especies han experimentado especializaciones para un solo tipo de hábitat o un único tipo de alimentos. Hablamos, entonces, de una fauna especializada.
[La fauna del Holártico es generalista, compuesta por duros supervivientes de la Edad del Hielo. Y, de entre todas estas curtidas criaturas, hay un animal que es el absoluto dominador y símbolo del Holártico: el lobo. El lobo es el superdepredador que se encuentra en la cúspide de la cadena alimentaria holártica. Amado y odiado, perseguido hasta la extenuación, hay pocos animales con la carga mítica, histórica, emocional y cultural del lobo. Cuando te dije que el lobo es un superviviente, lo dije en todos los sentidos. Milenios de persecución por parte del ser humano no han conseguido exterminarlo. Y en algunas zonas donde sí había sido extirpado ha vuelto con fuerza en los últimos tiempos].
El joven Kevin se acodaba en la barandilla, contemplando un lobo echado sobre una roca, jadeando por el calor.
- Parece difícil de creer, viéndolos aquí, en el Zoo… Más bien parecen unos perros grandes y tranquilos, pero me intriga mucho su mirada: es intensísima, casi hipnótica.
- Kevin, estamos ante un prodigio de la Naturaleza. El lobo ha llevado al extremo la capacidad de adaptación y de supervivencia. Ha colonizado y sobrevivido todo tipo de ambientes: zonas árticas, bosques, estepas, montañas y semidesiertos. Una vez que una manada de lobos se ha establecido en un territorio, lo conocerá palmo a palmo, sabe cómo y dónde ocultarse y establece una red de caminos y sendas que sólo él conoce. Te sorprendería ver en qué zonas tan humanizadas puede vivir el lobo pasando tan desapercibido que nadie diría que hay lobos viviendo junto a ellos. Siglos de acoso humano han convertido al lobo en un animal muy astuto, muy inteligente, desconfiado y cauteloso. Conoce bien al ser humano y sabe transmitir ese conocimiento a sus descendientes.
[Únicamente el lobo no ha podido penetrar en Centroamérica y en la Región Etiópica (amén de Australia, en razón de su insularidad). El lobo no puede prosperar en las densas selvas tropicales y ecuatoriales debido a su forma de cazar. El lobo es un cazador social, caza en manada persiguiendo a sus presas hasta extenuarlas y la selva tropical es más propicia para los felinos, con su táctica de guerrilla y emboscada individual. Por eso, en el Neártico, el lobo no ha podido pasar al Sur de la Sierra Madre mexicana. Un problema parecido sucede en el Sudeste asiático, que es selvático, ya que el lobo sí ha llegado a la India (donde predomina la sabana) pero aquí, tal vez, la competencia con el poderoso tigre demarca una “línea roja” que el lobo no ha podido, o no ha querido, traspasar.
Por otro lado, el desierto del Sahara parece ser otra barrera que ha detenido al lobo, ya que hay lobos en Israel y en el norte de Arabia pero nunca ha llegado al Sinaí, ni más allá. Bien es cierto que hay ciertos indicios de presencia de lobos en Marruecos y el Sahara Occidental, pero su procedencia claramente fue vía Península Ibérica en la época en la que las glaciaciones habían provocado, con el descenso del nivel de las aguas, un puente de tierra en el actual Estrecho de Gibraltar. Probablemente sea la escasez de presas, más que la aridez, lo que ha detenido al lobo aquí.
El lobo es un portento físico: si tuviera que definirlo con un símil deportivo diría que es un corredor de fondo. Extremadamente resistente, puede recorrer distancias muy grandes en poco tiempo merced a una forma de desplazarse llamada “trote lobero”, que consiste en un movimiento lo más rectilíneo posible, a una velocidad moderada, pero sostenida y constante. De esta forma, una manada de lobos puede perseguir a sus presas durante kilómetros y kilómetros sin cansarse, venciéndolas por agotamiento. Su capacidad pulmonar y cardiaca son elevadas, su olfato es inconcebiblemente poderoso y preciso. No solo puede captar efluvios a grandes distancias, sino que distingue perfectamente los olores que le interesan de entre otros muchos con los que pudiera estar mezclado. El lobo tiene una estructura social muy compleja puesto que es un animal que trabaja en equipo, y fuertes e intensos lazos familiares refuerzan y hacen funcionar este equipo].
El joven Kevin parecía no dar crédito a lo que el viejo acababa de contarle. Mirando a los lobos del Zoo, parecía preguntarse: “¿ese perro grande es CAPAZ de todo eso?”. Volviendo la mirada el viejo, preguntó:
- ¿Y cuál es el origen del conflicto del lobo con el ser humano?
- Es un conflicto inmortal y complejo. Algunos piensan que, en la noche de los tiempos, cuando el ser humano era cazador-recolector, durante el Paleolítico, lobos y seres humanos no sólo no estaban enfrentados, sino que colaboraban entre sí. Lobos y seres humanos, algunas veces aprovechaban la carroña que el otro dejaba y, otras veces, consciente o inconscientemente, los unos se beneficiaban de los momentos en los que los otros localizaban grandes manadas de herbívoros puesto que ni la horda humana ni la manada de lobos podían consumir toda aquélla carne, y había para todos.
[La cosa cambió con la llegada del Neolítico. El ser humano se hizo agricultor y ganadero y, como consecuencia de aquélla revolución, el humano adquirió la idea, que aún posee, de que la Naturaleza es una propiedad o pertenencia de nuestra especie. Bajo este punto de vista el ser humano declaró la guerra no sólo al lobo, sino también en general a los demás depredadores, puesto que en el planeta sólo había ya sitio para un único depredador: nosotros].
- Vamos a ver…pero el lobo se come al ganado del ser humano, ¿sí o no?
- No es tan sencillo como eso. Ten muy claro que el “problema” del lobo lo ha creado el ser humano. Sí, es verdad, el ser humano se hizo ganadero, es decir, que ya no dependía de la caza para proveerse de carne, leche o pieles. Y venía el lobo y se comía al ganado. Si fuera así de sencillo entonces no habría ninguna duda: el lobo sería un problema que afectaría a la supervivencia humana y habría que eliminarlo. Pero la cosa no es así.
- ¿Ah, no?
- No. Fíjate que he dicho que, con la ganadería, el ser humano consiguió liberarse de la dependencia de la caza para conseguir carne…pero el ser humano siguió cazando. Y empezó a exterminar las presas naturales del lobo, empujándole a atacar rebaños indefensos de animales desnaturalizados, que han perdido el instinto de conservación y defensa. Un ciervo siempre está alerta a cualquier señal de peligro para huir. Una oveja o una vaca, no lo están.
- Pero entonces, si el ser humano no necesita cazar, ¿por qué sigue haciéndolo?
- Por lo que antes de decía: para el ser humano, todo el planeta le pertenece. Por tanto, si ya no necesita cazar para comer, lo hace por diversión, por deporte. Y esa es la segunda razón por la que se persigue al lobo. No sólo se come mi ganado (pero yo he exterminado antes sus presas), sino que también se come el ciervo o el corzo que yo quiero cazar el fin de semana. ¿Te das cuenta, Kevin?, dejamos al lobo sin presas naturales porque creemos que esos ciervos, corzos o jabalíes también nos pertenecen. Y cuando el lobo, hambriento, ataca nuestros rebaños…entonces ya es la guerra. Como ves, en buena parte se trata de un conflicto artificialmente creado por el ser humano.
-Y a veo. No parece muy lógico quitarle su comida a un animal y pretender que se muera de hambre dócilmente. Pero… ¿esto tiene solución?
- Pues…puede parecer paradójico, pero el lobo está saliendo victorioso merced a su proverbial capacidad de resistencia. El lema del famoso escritor Camilo José Cela rezaba: “el que resiste, gana”, y el ser humano ahora mismo es la presa que se está rindiendo por agotamiento.
- Explícate.
- A mediados del siglo XX, el lobo había sido exterminado de los EEUU y México, así como de casi toda Europa, habiéndose refugiado en la periferia del continente: Escandinavia, los Balcanes, Italia y la esquina Noroccidental de la Península Ibérica. En ese crítico momento se produjo el llamado “éxodo rural” desde el campo hacia las ciudades. Millones de personas abandonaron pueblos y campos en pos de lo que parecía una vida mejor en las ciudades, lo cual finalmente resultó ser un espejismo, pero esa es otra historia. El lobo, por incomparecencia del contrario, empezó a recolonizar territorios de los que había sido expulsado décadas atrás. En España, recuperó y rebasó la línea del Duero a comienzos del siglo XXI. Desde Italia, el lobo volvió a Francia y a Suiza. Desde Polonia volvió a Alemania.
[En los EEUU ha sido reintroducido en el Parque Nacional de Yellowstone. Y la población, que se hizo mayoritariamente urbana, dejó de ver al lobo como un enemigo a batir, y comenzó a considerarlo como un símbolo de la resistencia de la Naturaleza salvaje a ser domesticada y controlada por el ser humano. Naturalmente, en el campo hay muchos ganaderos para los cuales el lobo sigue siendo un enemigo a exterminar, y sigue persistiendo el problema de la caza sobre sus presas naturales, que siguen considerándose como de propiedad humana. El problema que el ser humano creó con el lobo se resolvería firmando un pacto con los lobos que es, en realidad, un pacto con la Naturaleza.
Si renunciamos a considerar que la Naturaleza es una cosa que nos pertenece, el lobo respetará lo que es nuestro, especialmente si los ganaderos vigilan y protegen sus ganados (cosa que no siempre sucede). Con rebaños protegidos y asegurados, y suficientes presas salvajes que pueda cazar el lobo, el conflicto desaparecería o se minimizaría lo suficiente como para considerarlo irrelevante. Los auténticos ganaderos son gente inteligente que ha vuelto a adquirir la costumbre de proteger sus ganados allí donde el lobo ha vuelto. Otra cosa son los “ganaderos” absentistas, que “dirigen” sus ganados desde sus domicilios, cobrando muchas veces subvenciones de la Unión Europea y no pagan un seguro porque “cuesta dinero”. Está mal que haya ladrones, pero si encima dejas tu casa abierta y no pones una cerradura porque cuesta dinero… ¿no estás invitándoles a entrar en ella? Lo más difícil es renunciar a matar por diversión las presas del lobo y dejar de considerarlas como propiedad humana. Ahí está la clave del conflicto].
El joven tenía la mirada perdida en los lobos.
- He comprendido hasta qué punto el lobo y el oso marcan la fauna del Holártico. Pero… ¿qué hay de los herbívoros?
- En relación con los herbívoros, se hace patente lo que antes te comentaba sobre el empobrecimiento de la fauna holártica debido a las glaciaciones. En comparación con África y Asia sudoriental, el Holártico tiene relativamente pocos grandes herbívoros. En las regiones árticas, tenemos el reno y el buey almizclero. En las zonas boscosas, el ciervo y el alce, y en las zonas esteparias hay sólo dos especies de antílopes: el berrendo en las praderas de Norteamérica y el saiga en las estepas centroasiáticas. También está el bisonte americano que, antes de la llegada del hombre blanco poblaba las praderas con, literalmente, millones de cabezas que constituían el principal sustento de las tribus nativas y que consiguieron ser salvados in extremis del exterminio, a partir de una única manada que quedó en libertad. También está el bisonte europeo que, a diferencia del americano, es habitante de bosques. El bisonte europeo sí llegó a ser exterminado en libertad por el insaciable ser humano. El último ejemplar en libertad fue abatido en Polonia en 1921, por un cazador.
[Afortunadamente quedaban ejemplares en algunos zoológicos y, a partir de ellos se consiguieron restablecer dos poblaciones en libertad: en el bosque de Bialoweza, en Polonia, y en el Cáucaso. Posteriormente se han ido reintroduciendo bisontes en otros países europeos, en semilibertad].
El joven contemplaba a los bisontes europeos en su espacio, con expresión triste.
- Dios mío, si no fuera por aquellos zoológicos ahora mismo no podría estar contemplando estos preciosos animales. Me doy cuenta ahora de hasta qué punto aquél cazador polaco pudo robarme mi derecho a contemplar estas criaturas. ¿Con qué derecho? ¿Hasta cuándo va a durar esta furia asesina, este odio a la Naturaleza?. Ese hijoputa miró al último bisonte ¡y le disparó hasta matarle! ¿Por qué no le importó que las generaciones futuras heredaran un mundo sin bisontes? Puedo llegar a entender lo del lobo que se come tu ganado pero… ¿qué mal le había hecho ese bisonte? ¿Se comía su campo de nabos?
- Bien, chico. Vas empezando a divisar el sinsentido del ser humano en relación con nuestros vecinos los animales. Pero el ser humano no siempre extermina matando. Otros grandes herbívoros del Paleártico han ido desapareciendo del estado salvaje no por exterminio, sino por domesticación. Es el caso del caballo salvaje y del camello. La historia del caballo es interesante. El caballo se originó en Norteamérica y pasó al Viejo Mundo usando el puente de Bering para desaparecer después de Norteamérica. En las estepas centroasiáticas, el caballo prosperó, pero se convirtió en uno de los animales domésticos más útiles para la Humanidad. Hoy día sólo queda una manada en estado salvaje, en Mongolia.
[Sin embargo, cuando el hombre blanco empezó a aventurarse en las praderas de Norteamérica en los siglos XVII y XVIII, observó que los nativos tenían caballos. ¿Cómo era esto posible, si el caballo había desaparecido de América hacía miles de años? La respuesta hay que buscarla en las expediciones españolas que recorrieron lo que es hoy el Sur de los EEUU en el siglo XVI, como la de Vázquez de Coronado, expediciones que, en su mayor parte acabaron en desastre, con cientos de caballos abandonados y vagando por las praderas. Este animal, nunca antes visto por los nativos, al principio les asustaba. Pero con el tiempo acabaron conociéndolo y domesticándolo. Para cuando los occidentales volvieron a las praderas, los nativos eran ya consumados jinetes.
Otro tanto sucedió con los camellos. Los antepasados de los camélidos aparecieron en Norteamérica, dispersándose desde allí hacia el Viejo Mundo, donde darían origen al camello y al dromedario, que fueron domesticados y usados ampliamente como bestias de carga. Al igual que sucede con el caballo, los últimos camellos salvajes se encuentran en Mongolia. Los camélidos también llegaron a Sudamérica, donde dieron origen a las llamas y guanacos, extinguiéndose de su lugar originario].
- Es fascinante descubrir toda una historia de apariciones, desapariciones, migraciones y adaptaciones. Yo pensaba que los animales que vivían en una zona determinada siempre habían vivido allí, sin moverse. ¿Quién iba a imaginar que los antepasados de los camellos eran norteamericanos?
- Pues aún no has visto nada., chico. Existen en el Paleártico dos zonas de transición faunística muy interesantes. La primera de ellas es el Oriente Medio. En esta zona ha habido una fuerte influencia de la fauna africana que, en tiempos antiguos, experimentó las condiciones adecuadas para expandirse fuera de África. Así, en Oriente Medio tenemos leopardos, guepardos, gacelas, órices, avestruces y leones.
-¿Hay leones fuera de África? ¿Qué me dices?
-Así es. Lamentablemente, una vez más, el ser humano exterminó o diezmó esta interesante fauna africana fuera de África. El león estaba ampliamente distribuido desde Grecia hasta India, pero la inveterada costumbre de reyes y aristócratas de cazar leones como un asunto de prestigio, acabó con él. Hoy sólo sobreviven leones en un único lugar fuera de África: el bosque de Gir, en Gujarat, India. Los avestruces también fueron exterminados, esta vez por los jeques del petróleo que las ametrallaban desde jeeps…
-Dios, me voy a echar a llorar.
-…el último avestruz de Oriente Medio fue abatido en 1948 en algún lugar de la frontera entre Siria, Jordania y Arabia Saudí. El guepardo sólo existe ya en unos pocos lugares de Irán nororiental. El leopardo es sólo un poco menos raro, viviendo en algunos lugares del Sur del Cáucaso, Israel, Arabia e Irán. A partir de India, vuelve a ser más abundante. Cuando este tipo de especies son exterminadas, no sólo exterminamos un patrimonio genético irrepetible e irrecuperable, sino que también eliminamos el testimonio de antiguas relaciones faunísticas entre regiones distantes entre sí. Por cierto, existe otro grupo de animales “africanos” en esta zona de Oriente Medio, muy interesantes porque ellos dieron origen al nombre de nuestro país, España.
- ¡Jajaja! ¿Cómo es eso?
- Se trata de los damanes. Son pequeños animales parecidos a conejos rechonchos pero que pertenecen a un Orden propio de mamíferos: los Hiracoideos. Viven en grupos numerosos en zonas rocosas. En África están ampliamente extendidos, y en Oriente Medio viven en Israel y la Península Arábiga. Cuando los antiguos fenicios llegaron a la Península Ibérica descubrieron la abundancia de conejos, animal que es desconocido en Oriente Medio y, como se parecía al damán, llamaron a aquélla tierra Spann, que significa “Tierra de Damanes”.
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