Nací y crecí en el vibrante corazón de Colombia, donde mi vida fue una mezcla única de pasión por la ciencia y amor por la tranquilidad. Durante siete años, dediqué mi mente y corazón al estudio de las ciencias químicas, sumergiéndome en un mundo de fórmulas y reacciones, siempre intentando entender un poco más el misterio del universo. Siempre supe, sin embargo, que había algo más allá de las ecuaciones y los tubos de ensayo. Ansiaba un cambio, un nuevo capítulo en mi vida, y decidí que era hora de buscar un lugar más tranquilo para vivir. Así, en busca de paz y serenidad, me mudé a las Islas Canarias. Dejé atrás mi tierra natal, pero llevé conmigo el espíritu de Colombia, esa chispa innegable que siempre ha sido parte de mi ser. En Canarias, encontré lo que había estado buscando. Rodeado por el mar y en compañía de mi familia, descubrí un nuevo ritmo de vida. Y fue aquí, bajo el sol brillante y el cielo azul, donde descubrí un nuevo amor: la literatura. Los libros se convirtieron en mi compañía constante. Me perdía en las páginas de los clásicos, en las palabras de los autores contemporáneos, y encontré en ellos una nueva forma de entender el mundo. Cada historia, cada personaje, cada frase meticulosamente construida, me inspiraba y alimentaba mi creatividad. Fue a partir de este amor por la lectura que encontré la motivación para crear mis propias obras literarias. Cada historia que leía me llevaba a pensar en las mías, en los mundos que podía construir, en los personajes a los que podía dar vida. Y así, comencé a escribir, dando rienda suelta a mi imaginación y plasmando mis pensamientos en papel. Hoy, me dedico a la creación literaria, combinando mi formación científica con mi amor por la literatura. Mis historias son un reflejo de quién soy: un amante de la ciencia, un buscador de tranquilidad, y, sobre todo, un apasionado contador de historias. Desde Colombia hasta las Islas Canarias, he seguido mi propio camino, siempre en busca de la belleza en la ciencia y en las palabras.