Nací en Bilbao y aunque viví poco tiempo allí, siempre me he sentido norteño, aunque también tengo raíces y biografía castellana. Apasionado de la literatura, el teatro y el cine, no concibo la vida sin ficción (pronúnciese con la solemnidad de un personajes de Tennessee Williams). Me vine a Madrid porque me quería dedicar al cine y acabé contando historias empresariales. Con la suerte de que con el tiempo las acabé construyendo yo mismo a partir de imágenes pictóricas y exposiciones museísticas. Y que sigo buscando la ficción, tanto las de otros con las que sentirme revolucionado, como dando forma a la mía propia.