Érase una vez una niña cuya hermosa cabellera rubia casi le rozaba los tobillos, su sonrisa era capaz de iluminar la más terrible oscuridad, y, allá donde sus diminutos pies la llevaban, ella repartía carcajadas... Sus progenitores estaban si…

     Cuando se despertó una noche de un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en mujer. Eso es lo que le ocurrió a Braulio cuando los primeros rayos de sol, entraron por la estrecha ventana de su celda. Al principio pensó que n…

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, había de recordar aquella tarde remota en la que decidí apoyar aquella causa, que me había parecido tan loable y noble y que me había llevado a afrontar el final de mi vida, mucho antes…

Érase una vez una niña que podía controlar el miedo.Que podía volar, soñar y crecer, hasta límites insospechados, sin nada que la retuviera: sin miedo ni nostalgia, sin la mínima curiosidad por lo que vendría y sin el tormento de lo ya pasado…

Érase una vez una niña que soñaba con ser astronauta para abrazar las estrellas, esos cuerpos celestes que brillan con luz propia y que a Camila entusiasmaban desde que era una zagala, tumbarse a la luz de la luna y observar el cielo estrella…

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, había de recordar aquella tarde remota. Aquella tarde de noviembre de hace 16 años donde él se le acercó y le preguntó: ¿te apetece venir al baile conmigo?, y ella, tímida pero aliviada…

-¿No es increíble? Sesenta años de existencia y justamente ahora, antes de morir fusilado, me acuerdo, precisamente, de aquella tarde estival, sobre una colina, bajo un olivo, frente un riachuelo y con una ilusión indescriptible por la pesca…

Érase una vez una niña que jugaba en la selva con su tigre Zalamba. Esa fiera se había criado en sus brazos. Apareció delante de su cabaña tras el incendio del poblado cercano. El mamífero había perdido a su madre  junto a cientos de aldeanos…

almohada. ¿Almohada? Ni siquiera un bicho o una partícula de polvo capaz de volar alegre por la habitación. Intenté gritar y luché para escapar de este cuerpecito de plumas que...ummm, realmente era suave. No me dio tiempo a regodearme en mi…

Cuando se despertó una noche de un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un recuerdo del pasado. Encendió la luz, observó sus manos y las halló tan suaves como hacía años que no las tenía. Se incorporó y buscó desesperadamen…