Para colapsado, tú, Norberto. Si no hay más que verte. Si no te fumas otro canuto ni levantarte ni levantarla puedes. No nos engañemos. ¿En serio que no tienes otra manera de calentarte? Claro, desde que lo dejaste con Mati a desidia no te ga…

Santiago regenta un pequeño comercio de ultramarinos en un humilde barrio a las afueras de Barcelona. Hora después de levantarse, a las siete de cada mañana, acude con la misma ilusión de cuando inauguró el establecimiento hace seis lustros.…

¡Guarda silencio!¡Para y escucha!¿Oyes eso?Son latidos, No de tu corazón,Sí de mis venas.Cautela. SerenaEse almaQue es pura candela, Atizando con furorMi cuerpo en vela, Aunque no te lo creas. Y no creía en ellas, Pero ¿eres tú mi sirena?Una…

Calles huérfanas. Prácticamente somos mi sombra y yo quienes se atreven a transgredir la calma tensa que pulula en el ambiente. Un gato negro me escruta primero para luego darse a la fuga hacia ninguna parte... bueno, a los contenedores de ba…

Cuando a la pureza se le antoja crecer y multiplicarse, el corazón estalla en un mar de paz...

Virginia se acababa de mudar hace escasamente dos meses a su nuevo piso a las afueras de Madrid capital en busca de tranquilidad. Su don de gentes le facilitó entablar cierta amistad con su vecina de enfrente, doña Auxi, una cincuentona campe…

«¿To be or not to be? ¡Es que ni con Shakespeare...! ¿Por qué creen que para ser feliz tengo que estar con alguien y necesariamente ha de ser un tío?»

«No tuve mejor modo de guardarlos; eran tal vez demasiados...»

Solo quienes sepan leer mis surcos hallarán mi secreto...

Desde luego que a casi nadie le entusiasma hacer el trabajo sucio... ¿O sí?