​—Siempre me he preguntado —la voz del prisionero fluyó con calma—, ¿cómo viven sin el día y la noche los viajeros del espacio? ¿Cuándo duermen? ¿Cuándo aman? ¿Cuándo paren las mujeres? ¿Dejan de anhelar las estrellas por creer que las pueden…

Cuando las montañas eran jóvenes y crujían estirándose hacia el cielo, cuando aún la luna brillaba plena todas las noches, los arahuences cruzaron el río Reipún–ko hacia el sur, conquistando las tierras bajas, desde las costas del Lafken hast…

Uri-en caminaba el último tramo del viejo camino élfico que cruza la cordillera infranqueable, mientras intentaba ignorar los resoplidos que Al-uin soltaba con esmero algunos pasos más atrás. —Increíble que quieras soportar esto para converti…

Mientras escribo versos desteñidos Indiferente titila el cursorOprimo insegura el tabulador Hastiada de poemas aburridos No hay enter que salve del sinsentidoQue alivie el síndrome del impostorCuando no clickea ni mi editor El link a mi newsl…

Los peces de ríos acaudalados ya no distinguen la noche del día.Dueños y esclavos de su travesíavan contracorriente desorientados Desconchados guijarros arrastradosno quieren ver, cegados de ironía Negando ser el tránsito y la vía Tan archien…

Raksasa era un apacible gigante que llevaba con orgullo la única Botica de la Villa Al Este del Hum. Un otoño vio, con gran pesar, cómo los elfos aurianos montaban una de sus boticas en la Villa. Había oído historias de cómo los aurianos tení…

​—¡Chispas! ¿Dónde estoy?—se pregunta divertida una pequeña llama. Manos de mujer joven la avivan.—Gracias bella, un poco más y sigo sola. Que bien han preparado este hogar. ¿De qué va esto hermosas? —la llama chisporrotea. Esta noche la muje…

Aukanek, el cazador, se levantó antes del alba. Calzó sus botas de piel de foca, se ajustó la parka de cuero de caribú y salió de la tienda. Inspiró el aire helado de la tundra y partió, solo, hacia el este. No muy lejos, encontró el rastro e…

Con camisa de bretelesY falda de gran voladoPaso bailando a tu lado Aromando con clavelesSe alborotan los cairelesAnte el disfrute inminente Nadie queda indiferente Te delata la sonrisa Que me sigue a toda prisaHasta encontrarnos de frente Nu…

Cuando Uri-en entró en la casa de Al-uin se sorprendió ante el inusual desorden.—Al-uin, ¿qué sucedió?—Estoy buscando un calcetín, igual a este—dijo mostrando un antiguo calcetín rojo— ¿quieres ayudarme? —¿Has puesto tu casa patas arriba por…