Era mediodía y el sol se alzaba en todo su esplendor. El calor era infernal y provocó que los cadáveres de las dos hermanas se descompusieran a un ritmo más acelerado. Habían sido ejecutadas días atrás por la guardia del sultán. Sus cuerpos h…

Ahí me encuentro yo, majestuosa e impertérrita a cientos de miradas. Miradas de deseo, miradas de soslayo, miradas analíticas y de auténtica admiración.Luzco inmóvil, pendo del balcón principal como si me hubiera vestido con mis mejores galas…

       Rayan y Balto eran dos muchachos aparentemente normales que vivían en Kasham, una pequeña ciudad de Persia, pero que era famosa por sus excelentes alfombras de lana, y en cuyo mercado se reunían cada lunes gentes de toda la región e in…

Samara miraba atenta la pequeña plaza de aquel zoco en el Cairo. Nunca había salido de su pequeña aldea, cerca de  Avanos en la región de Capadocia. Tenía tan solo dieciséis años y era la pequeña de cinco hermanas. Ni un solo varón en la fami…

Leonor salió corriendo del bar. Fui tras ella calle arriba, gritando su nombre.Al llegar cerca de la casa del párroco, la alcancé y la cogí del brazo.—Espera, ven aquí. No seas testaruda —dije ca…

Como cientos de estresados, demasiado tiempo en casa me hicieron aborrecer cada rincón de casa. Sobre todo la cocina. ¡Que horror de muebles! Aún cuando el pánico nos empujaba a tirar la basura sólo una vez p…

Sergio salió un momento de la abarrotada furgoneta en la que habían venido él y seis amigos más a un bosque remoto, lejos de la poli y de miradas indiscretas. Habían llegado buscando nuevas sensaciones, dese…

Abrí la ventana. Noté el aire fresco de primavera en la cara y oí unos aplausos estrepitosos. Me uní a ellos con ganas de formar parte de algo fuera de mis cuatro paredes, de algo más grande que yo. Pasaron…

    Sobre el tablero de parchís se movían nerviosas las fichas. Fueron lo suficientemente sofisticados como para no apoyarse en el fácil recurso del comer tras cada tirada de los ansiosos dados.    Cha…

El peso de tus labios sobre los míos podrían hacer caer la luna, por la atracción de los cuerpos, por la gravedad, y por la unión de los cielos que alberga nuestra boca.La carne cruda y blanda de tu cara que pide m…