Fugaz era, el estruendoso clamor de la gente ante los oídos de Mario, nada acostumbrado a los aplausos y gritos de júbilo por parte de sus más recientes admiradores. Las luces de las cámaras, serpenteantes y explosivas en sus retinas, no le p…

Eran las 4 de la mañana, pero Javier seguía despierto. La luz de la luna entraba con fuerza por entre las persianas, iluminando su pequeña habitación. El camión de la basura ya había pasado, los fiesteros de turno, caídos rendidos en sus cama…

La vida del novelista es complicada, tener horario no es algo que alguna vez me haya definido, puedo ver varios amaneceres juntos o no ver el sol en varios días. La inspiración nunca viene con cita previa, cuando llega, mis personajes toman v…

Por lo menos en su cabeza sonaba tan imponente como el III concierto de Brandemburgo de Bach. La idea era original, la trama estaba bien hilada y los personajes tenían una complejidad psicológica elaborada. Incluso se había preparado un crono…

No puede escribir ni una sola buena frase. Escribe, sí, porquerías que inmediatamente borra. El malestar de la separación lo ronda, y tiene más voluntad e imaginación para estalkear a su ex, que para crear una historia. Se cansa de intentar e…

Durante toda nuestra existencia nos esforzamos en sumirnos en las capas más profundas de la felicidad, acorde a nuestras necesidades. El hombre se moviliza en busca de la felicidad, de la ausencia del dolor. Y en ocasiones para evitar el dolo…

Sentado en el escritorio, con la creatividad por delante y todo el tiempo del mundo, pero preguntándose si ya era demasiado tarde. Tarde para volver a empezar o para abandonar su proyecto. Tarde para eliminar la historia de quien ahora le som…

Tras apagar el cigarro con fuerza donde yacían ya los anteriores, cerré el portátil frustrada por no haber escrito ni una sola línea más, y me giré hacia Tomás, el niño de 8 años que estoy cuidando los fines de semana para ganarme el dinerill…

Eres mi cordero; llevas mi cruz. Ahora soy escritor y plasmo estas líneas con tinta sobre papel para no olvidarme, pero antes, cuando yo era más joven y todavía soñaba con ser el mejor, cuando no me asustaba el fracaso ni las ganas de verte,…

—¿Crees que por largarte a un lugar alejado de la civilización, sin móvil y sin internet, conseguirás tener lista la novela? Estúpido. Solo dispones de un mes para plasmar la palabra “FIN” en la última página.    —¡Calla! ¡Cállate de una vez…