Animias, recuerdos y otros imposibles

Sobre el libro

Cuando tenía 10 años, Lucas tuvo que hacer una redacción para el colegio. Por aquel entonces era monaguillo y aquello de la muerte le suscitaba mucha curiosidad. ¿Cómo era posible, si tras la muerte nos espera San Pedro para darnos la bienvenida al cielo, que la muerte deje tras de sí tanta pena? Eso le llevó a escribir una redacción sobre un entierro; cuatro páginas hablando del dolor del hombre que despedía a la mujer que había fallecido.

Hizo aquella redacción a lápiz porque le atraía la idea de que con el paso de la piel por encima de aquellas páginas su historia se difuminara, como la muerte y el dolor que estaba describiendo. La profesora, sin embargo, le riñó: «¡las redacciones se hacen a bolígrafo!». Aquel joven Lucas Ferreira tuvo que explicar que su forma de escribir la historia era parte de aquel mensaje, aunque no lo hubiera entendido cuando lo leyó la primera vez. En aquel momento estaba naciendo un escritor con una mirada muy especial.

Animias, recuerdos y otros imposibles es el libro de un Lucas Ferreira con mucha más vida a sus espaldas y menos preguntas sobre las lágrimas en los entierros. Es un libro que recopila pequeños relatos sobre esto y aquello, instantes de la vida que a uno se le quedan congelados en la retina y que le suscitan todo tipo de interrogantes. Porque a escribir se empieza en primera persona para explicarnos el mundo que nos rodea.

Sobre el autor

Lucas Ferreira se hace muchas preguntas. También se regala respuestas, sean o no acertadas. Encontró en la escritura la manera de relatar el mundo que veían sus ojos, que siempre difiere ligeramente del mundo que ven los demás. Este es su primer libro, fruto de la ambición por ser leído.

«Estoy en un momento de muchos cambios y me apetece compartir lo que escribo», cuenta el autor. «Yo empecé estos relatos como un reto entre colegas; hacíamos un blog y cada uno colgaba allí sus cosas». La belleza de la literatura, como de tantas disciplinas artísticas, es que a veces las decisiones más fortuitas acaban empezando un camino lleno de alegrías.

Este libro permite a Lucas sentirse muy en contacto con su parte más creativa. El día a día, la rutina y el trabajo nos terminan por desconectar de los aspectos más pasionales de nuestro interior. La lectura y la escritura supone para Lucas una reconexión y la oportunidad de compartir con los demás su particular visión del mundo; no por extraña, sino por propia.

Por qué apoyar el libro

Si tuviéramos que describir un hilo conductor, una gran historia detrás de Animias, recuerdos y otros imposibles no podríamos decir otra cosa que la vida. La damos por hecho, con su complejidad y altibajos, pero cada día ocurren cosas extraordinarias a nuestro alrededor que merecen una reflexión.

Incluso las cosas más normales tienen una vuelta de tuerca que dar en nuestra cabeza. A lo mejor el libro de Lucas se parece mucho a una ferretería: lleno de tuercas y tornillos en los que dar vueltas. Es, en cualquier caso, un libro muy emocional. Lleno de honestidad para asomarse al pequeño rincón que supone en el mundo la visión particular de una persona.

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