¡Ey, mecenas!
¿Cómo va? Supongo que será por lo excitante que siempre me parecía empezar un curso nuevo en el colegio que los meses de septiembre y octubre siempre me parecieron muy estimulantes y aquí estoy navegando entre proyectos e ideas nuevas a punto de zarpar. Ahora mismo estoy muy contento que mi amiga Marian me ha escrito para decirme que Papa Topo (uno de nuestros grupos favoritos) estarán de concierto en Madrid muy pronto. ¡Lo pasaremos pipa!
El recopilatorio que sacaremos gracias a ti va viento en popa. Hoy iré a ver cómo han quedado las pruebas de imprenta y calculo que el día en que tengas (tenga y tengamos) el libro en nuestras manos está muy cerca. De verdad que sospecho que el día que lo toque caeré redondo en un ataque de infinita emoción.
En correos anteriores te he hablado de Berto, de sus amigas y su familia; ahora es el turno de sus amigos, Ricky y Marco ¡la maripandi!
Al contrario que los demás personajes Ricky y Marco aparecen a medida que avanza la historia y puedes conocer en que contexto (y drama) los conoce Berto leyéndote el libro que pronto tendrás. Además, hay otra cosa que los diferencia del resto de personajes, ambos no tuvieron su origen en alguien que lo haya inspirado sino en una persona ideal. Vayamos por partes y te hablaré de ellos por separado.
Ricky, es el guaperas, el objeto de deseo, el que atrapas y se escapa pronto de tus manos. Al comenzar con las tiras de «Chico!» tenía claro que una vez presentados los personajes principales empezaría a relacionar a Berto con otros chicos para que se enamorara, coqueteará y disfrutara (o no) del amor y otros dramas. Tenía también muy claro que el primer chico que aparecería tendría un nombre que empezaría por R (ya otro día te cuento el porqué de mi fijación por esa letra) pero di un par de vueltas para perfilar el personaje.
Mi primera idea de Ricky es que fuera un muchacho tímido, venido a menos, inseguro en el que Berto se refugiaría y harían un microcosmos en el que alejarse de los demás ¡DESCARTADÍSIMO! Tanta melancolía me parecía un empacho así que convertí a Ricky en un chulazo, a veces creído, a veces campechano, sinvergüenza y con ganas de cachondeo.
Como te cuento Ricky para mi representa “el guaperas chulito” así que para darle forma pensé en inspirarme como modelo en alguien que físicamente me gustase mucho, Ricky Merino (el de Ot) resultó perfecto, ¡madre mía, que guapo es!
Me gusta mucho el mentón marcado de Ricky, sus ojos caídos y su postura a veces desgarvada. Suelo vestirlo con ropa holgada y casual, el no necesita preocuparse de qué ponerse, con sus encantos viriles siempre consigue lo que quiere.
Marco es bien diferente. Es un chorrazo de emocione llevadas al límite en ambas direcciones, entusiasta, espontáneo y vivaz. Es el primero en darlo todo con cualquier idea y montar el drama sin antes razonar.
Al igual que con Ricky la primera versión que había en mi mente era distinta al Marco actual. En su primera versión Marco sería un hípster, modernillo, al día de todo que acomplejaría a Berto siempre que apareciera en escena por nunca estar a su altura, por no llegar a ser tan cool como él. Desayunando un domingo por la mañana mientras veía los videoclips de la VH1 pusieron “Relight my fire” y al ver a Mark Owen pensé en matar esa idea de Marco y convertirlo en un muchacho sin complejos, con bien de pluma y que irradiara luz y diversión.
Marco es muy tirillas y todas sus formas son alargadas y gráciles. Le he puesto una media melena para darle un toque más andrógino y una mirada con ojos grandes para potenciar su “locura”.
Jugar con estos dos personajes es un gusto. Al no tener una semilla obvia comenzaron siendo para mí dos desconocidos que voy descubriendo en cada viñeta en la que los dibujo. Ojalá algún día conozca a un Ricky y a un Marco de carne y hueso.
Ahora ya conoces a toda la pandilla de «Chico!». Me gustaría tanto saber con qué personaje te identificas más, cual te cae mejor o qué tira es tu favorita ¡espero que pronto me lo cuentes!
Para hacer esta carta más especial también te dejo una tira inédita que he descartado para el recopilatorio. Es una tira que nunca he publicado así que se quedará para siempre entre tú y yo. Me da pena haberla dejado fuera pero a alguna le tenía que tocar.
Y esto es todo por hoy. Antes de dejarte te quiero recomendar una canción, “Alguien como tú” de Josean Log, justo la estoy escuchando ahora y me parece tan, tan linda y real.
Un abrazo enorme:
Pablo Carreiro
