
Como escritor me siento muy agradecido con el talento y la destreza que la vida me dio.
Una forma de devolverle a la vida —porque así debe ser—, es ayudar a crear un nuevo ciclo: una nueva generación de escritores. Se ensancha la sonrisa, se siente bien, se vive mejor, cuando se sabe que las semillas de la creatividad y la fantasía están comenzando a germinar en sus cabecitas... Nuestro lema en clases: ¡Quiero usar el poder de mi imaginación!
¡Y vaya que lo tienen!
Hoy trabajamos con "Sapolio" esa rana de patas rojas que, desde hoy, es Bombero, es Salvavidas, es un Héroe del bosque en llamas, un afamado Cantante y un amoroso Padre de dos renacuajos (queda constancia que también se le vio en el bosque con una "amiguita" montando en un unicornio; la imaginación de los niños da para todo)
Nos quedan una pocas clases antes de que salgan a vacaciones. Yo, aprovecharé desde el lunes a continuar con la lucha que existe entre los Ángeles e Isabel; esa joven que los tiene con las plumas erizadas.
:)