Pablo ya ha entregado el manuscrito de
La trastienda de un ballet y nuestra previsión es que la corrección comience después de las navidades. Queríamos aprovechar este mensaje para felicitarte las fiestas, desearte un feliz 2016 y enviarte un avance del libro.
Bajo el mismo cielo
Estés donde estés sé que, cuando levantemos la cabeza y miremos al cielo, veremos a la misma Luna, avergonzada, esconderse cada mañana porque no se atreve a competir contigo, ni con tus ojos, ni con tus curvas.
Dime una cosa, ¿cuántos, a parte de mí, se han matado en la curva de esa cadera? ¿A cuántos salvaste después con un beso? Yo sigo muerto, ya no te espero y creo que eso es lo que me salva.
Me daba la vida tu aliento cuando me gritabas, el aire que provocaba tu melena cuando te girabas enfadada y me dabas la espalda, esa en la que tanto me gustaba perderme, entre lunar y lunar, en el valle que forma tu columna vertebral.
Buscando el tesoro de Nunca Jamás, el mismo que nunca jamás encontré.
Les hablo a mis monstruos de ti y ellos me abrazan y me dan palmaditas en la espalda diciéndome que ya está, que lo malo ya había pasado. Intento creerles pero huelo las mentiras desde más lejos de lo que olía tu perfume.
Te adiviné pero nunca logré entenderte.
Dime, ¿qué ha sido de nuestros susurros? Se habrán escapado igual que te escapaste tú porque me pareciste demasiado bonita como para enjaularte.
Ahora soy yo quien está encerrado y en un rincón, acobardado, echando de menos el brillo de aquella sonrisa que acababa con mis sombras y que lograba poner celoso al Sol.
Es algo así como
Un día alguien, no recuerdo quién, me preguntó:
— Pablo, ¿cómo es esa chica en la que tanto piensas? Intenta describirla.
Yo le contesté que ella era algo así como…
Los campos de Marte a los pies de la torre Eiffel en París.
Una noche de carnaval en Venecia.
Un paseo por las calles de Roma, la ciudad eterna.
El ansia de Dubai por tocar el cielo con el Burj Khalifa.
Andar de puntillas por los restos del Partenón, en Grecia.
Ir de compras por el bazar de Estambul.
La alegría y los colores de la catedral de San Basilio en Moscú plantándole cara al frío.
Un baño sin prisa en cualquier playa de Maldivas.
Un amanecer en Siberia entre auroras boreales.
Un campo de María en Colombia, a escondidas del mundo.
La valentía del agua que salta desde las cataratas del Niágara.
El surfista que deja pasar las olas en Hawai porque sabe que vendrán mejores.
Paz en la franja de Gaza.
La estabilidad de un equilibrista haciendo malabares sobre una cuerda floja entre dos rascacielos en Nueva York.
Una puesta de Sol en verano, en Palma de Mallorca.
Ella es todo lo que la humanidad ha olvidado.
Ella es todo lo que la humanidad no conoce.
Un saludo,
El equipo de Libros.com