Por qué en España no se publican estadísticas oficiales de indultos, en seis declaraciones

Los indultos solo se publican de manera individualizada en las disposiciones del BOE. Es esta ausencia de datos agregados oficiales lo que impedía que tuviésemos una perspectiva global de su uso y que, por tanto, no fuera posible ejercer un adecuado escrutinio ciudadano. Precisamente para poner de relieve esta situación y cumplir una función (proporcionar datos) que el Ministerio de Justicia desatendía desde siempre, en 2013 pusimos en marcha El Indultómetro. Y hace pocos meses, a raíz de este proyecto y del trabajo deinformación, incidencia y denuncia que hemos realizado desde entonces, conocimos a Darío Badules.

Darío, graduado en Derecho y en Ciencias Políticas por la Universidad Carlos III de Madrid, ha estudiado la concesión de indultos desde la perspectiva de la Ciencia Política y su peso la agenda pública. Para su trabajo de fin de carrera,Yo te perdono. Los indultos en el marco de la política penitenciaria en España: 1982-2014, Darío realizó una serie de entrevistas a antiguos ministros y subsecretarios de Justicia que arrojan muchísima luz sobre el proceso de concesión del indulto y los principales factores que, según altos cargos de Justicia, podían intervenir en el proceso. Estos relevantes testimonios, hasta ahora inéditos, se publicarán junto al resto del trabajo en forma de libro si apoyas este crowdfunding editorial.

¿Por qué no se publicaban estos datos agregados si el número de cartas de naturaleza, que es un derecho de gracia como el indulto, sí se publicaban en los anuarios del Ministerio de Justicia? Se trata solo de una de las preguntasque Darío formuló a Ruiz-Gallardón, Belloch, López Aguilar y a otros ex altos cargos de la administración de Justicia. Con su permiso, reproducimos aquí seis breves extractos que ayudan a comprender –o, al menos, reflejan– el contexto de esta ausencia de datos oficiales sobre la gracia del indulto en el ámbito de los representantes públicos y del funcionamiento de las instituciones:

[…] no existía, como he dicho antes, ningún control de la opinión pública, que confiaba en el Gobierno, y por tanto las estadísticas no veo qué sentido tienen: qué mas da, se conceden más o menos en función de que haya más o menos casos merecedores de ese indulto. Ni vi entonces la necesidad [de crear estadísticas oficiales sobre esta política pública] ni la veo ahora siquiera, ¿para qué?”

Juan Alberto Belloch (Ministro de Justicia entre 1993 y 1996)

[…] los indultos no se pueden esconder, se pueden esconder los denegados, es decir se pueden esconder de la estadística los expedientes que han pasado por tus manos y los que has denegado, el volumen de peticiones, pero los concedidos, que sería lo interesante, no tendría ningún sentido ocultarlo porque están en el BOE, o sea, cualquier estudioso o cualquier político de la oposición o cualquier periodista,cualquiera puede controlar los indultos que se daban.”

Liborio Hierro (Subsecretario de Justicia (1982-1990)

[…] no podemos tampoco tomar decisiones a espaldas de lo que ocurre fuera […] no porque haya habido dos o tres casos más mediáticos, sino porque ahora mismo tienes El Indultómetro, que no existía, […] redes sociales de transparencia […] hay muchos espacios de gestión pública que antes se tramitaban poco, discretamente, y ahora hay más transparencia y más foco mediático expuesto por ellos […]”

Juan Bravo Rivera (Subsecretario de Justicia entre 2012 y 2014)

[…] no me lo he planteado nunca en mi vida […] me parece razonable que haya una estadística y, puesto a imaginar, supongo que tiene que ver con el hecho de que los funcionarios estaban absolutamente sobrepasados de trabajo y que nunca nadie dijo “venga, haznos aquí unos números, para sacarlos en la memoria”, yo creo que esa es la única explicación […]”

Ignacio Astarloa (Subsecretario de Justicia entre 2000 y 2002)

[…] No tengo respuesta para eso [por qué no se publican estadísticas oficiales de indultos], porque eso entonces no era exigible, ahora, digamos, el criterio de la transparencia, el criterio de la dación de cuentas, de la explicación pública […] se ha hecho mucho más exigente que nunca en el pasado”.

Juan Fernando López Aguilar (Ministro de Justicia de 2004 a 2007)

[…] No se han publicado estadísticas oficiales, oficialmente no, pero nosotros y eso sí que lo tendrás, en la etapa de Alberto Ruiz-Gallardón,dábamos trimestralmente a los medios de comunicación datos estadísticos […] estábamos trabajando en eso , y en el primer semestre de 2014 yo propuse al ministro y lo estuvimos debatiendo […] en incorporar a la página web esos datos estadísticos […] de hecho todo el desarrollo informático con la base de datos, con la actualización, la página web, la maquetación, está hecha. […] Lo dejamos ya encima de la mesa y en septiembre se produjo lo que se produjo [en referencia a la dimisión de Ruiz-Gallardón]”

Juan Bravo Rivera (Subsecretario de Justicia entre 2012 y 2014)

Y, respecto a esta última declaración, si la exigencia de transparencia sobre las concesiones de indultos es ahora mayor, y así parece que lo ha asumido el Ministerio de Justicia hasta el punto de empezar a crear una web para publicar estadísticas oficiales, nos preguntamos: ¿Qué ha llevado al Gobierno a no seguir adelante con esa iniciativa?

En relación con ello, hay que preguntarse, primero, a qué se debe este descenso. En mi libro “Yo te perdono: Los indultos en el marco de la política penitenciaria en España” (ed. Hispalibros – Libros.com, pendiente de publicación: aquí) demuestro que esa reducción, esa “interrupción del equilibrio” –en términos politológicos– se debe, entre otros factores, al clima de opinión pública contrario a la actuación del Gobierno y a una mayor atención de la agenda política del Congreso de los Diputados hacia el indulto, entre otros factores. Es lógico que una medida de gracia como el indulto, un “derecho” del Gobierno (en puridad, del Rey, ex art. 62 de la Constitución) y que se otorga por razones de oportunidad, de justicia y equidad, se vea limitado en su aplicación cuando el foco de la atención está sobre él. La lógica es: “si indulto, me van a criticar, ergo no indulto”. Ello implica que personas que posiblemente fuesen merecedoras de un indulto no vayan a recibirlo, como me advirtieron distintos responsables de esta política pública en las entrevistas de mi libro.

Tres años de El Indultómetro: de poner número a los indultos a lograr incidir en cómo se usa esta prerrogativa

LA PRESIÓN PÚBLICA Y EL ACCESO A DATOS HACEN EFECTO

La tendencia, un descenso drástico en el número de concesiones, no deja lugar a dudas: desde que nació El Indultómetro y empezamos a monitorear estas cifras, a principios de 2013, la cifra de concesiones ha bajado significativamente significativa. De 534 en 2012 a 204 al año siguiente, 87 en 2014 y 75 en 2015, la cifra más baja desde 1996. Hemos pasado de un indulto y medio al día (esa es la media entre 199 y 2015) a uno y medio a la semana.

No somos lo únicos que lo decimos. Nos lo han confirmado periodistas a quienes, tras llamar al Ministerio de Justicia para recabar datos sobre indultos, los propios funcionarios han remitido a la web de El Indultómetro.

Nos lo han confirmado también juristas y expertos en Derecho Premial que conocen nuestro trabajo. Por ejemplo, en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, que invitó recientemente a Eva Belmonte, responsable del proyecto, a analizar junto a un catedrático de Penal y al director de la División de Derechos de Gracia y otros Derechos del Ministerio de Justicia la figura del indulto.

Y también nos lo confirma la transcripción de la entrevista que Darío Badules ha realizado a Juan Bravo Rivera, subsecretario de Justicia entre enero de 2012 y octubre de 2014, para su tesis doctoral (“Los indultos en el marco de la política penitenciaria en España”). En ella, Bravo reconoce que, en su opinión, la atención mediática sobre la figura del indulto no se debe a que el Ministerio de Justicia haya “hecho nada raro” o “porque haya habido dos o tres casos más mediáticos, sino porque ahora mismo tienes El Indultómetro, que no existía” y “redes sociales de transparencia”. “Ahora mismo hay muchos espacios de gestión pública que antes se tramitaban poco, discretamente, yahora hay más transparencia y más foco mediático expuesto por ellos”, añade.