Mientras escribo, mi mente despierta brillante.Una baraja de cartas colmada de ideas,y siempre preparadas para ser expresadas,o marcadas sobre papel con su tinta eterna.Mis sueños asoman para exhibirse de frente,al igual que mis deseos brotan…

Hoja en blanco,bolígrafo de punta fina.Escribo, tacho,escribo,me desespero, me levanto,miro por la ventana,gente caminando por la callemojada por la lluvia,fina lluvia que apenas mojapero que a las señoras molesta.Ruido de coches, motos, bull…

En cuestión de unos segundos, has hecho que cambie de estación. Nunca el mundo dio una vuelta tan rápida hasta que lo pisaste tú, hasta que tus huellas ocultaron las flores y llenaron mi prado de nieve, hasta que nublaste mi cielo de miedos y…

Mientras escribo, convivocon mi desilusión,mientras percibo, conciboversos de conspiración.Mientras relleno el recibode mi propia inspiración,hago que sobrevivoy juego a aprender la lección.Mientras soy, jamás serélo que quisieron que fuera,m…

Mi ring es mi día a día de la vida, siempre intentando conseguir mis sueños, vivir de mis sueños con niños y niñas a mi alrededor y dándoles valores, mi amor y su propia autonomía para que brille muy fuerte su Luz.Pero mi camino no es de luz,…

Saboreo los golpes amargos del último asalto. Esquivo sus puños con la profesionalidad de alguien que ha dedicado toda su vida a un deporte. Contragolpeo utilizando la pericia de quien es perro viejo. Disfruto de la única sensación que me hac…

“¡Eso es! Puño arriba, cabeza abajo. ¡Vamos! Un asalto más y lo habré logrado.” Los segundos avanzaban lentamente en el reloj que había junto al ring. Quería poner punto y final a mi dilatada carrera profesional con el mejor resultado posible…

Los brazos sudorosos apenas se sujetan en la esquina del ring. Cada poro de mi piel gotea el ego de una vida llena de golpes, dentro y fuera del cuadrilátero. Algunos te hacen ganar trofeos y dinero, otros te hacen perder dignidad y amor. Un…

 —Jefe, no me puede pedir eso. —le dijo el veterano boxeador a su mánager, a la vez que entrenador. —Vamos Charlie, es tu último combate y podrás hacer algo bueno por ese muchacho. Él tiene una carrera por delante y una victoria le levantará…

Empecé a boxear con doce años. Por aquel entonces yo era un chaval gordito en un barrio donde ser un adolescente era una lucha diaria. Había droga, robos, navajazos. Era una época en la que, si crecías en un barrio como el nuestro, tenías bue…