Érase una vez una niña de trenzas doradas y dulce sonrisa. En apariencia era similar al resto de niños de su edad pero, bajo aquella mirada del color del mar, se ocultaba un mundo infinito. Un mundo donde la palabra imposible no existe, un mu…

Cuando se despertó una noche de un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un recuerdo del pasado. Encendió la luz, observó sus manos y las halló tan suaves como hacía años que no las tenía. Se incorporó y buscó desesperadamen…

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, había de recordar aquella tarde remota. Aquella tarde de noviembre de hace 16 años donde él se le acercó y le preguntó: ¿te apetece venir al baile conmigo?, y ella, tímida pero aliviada…

En un lugar, de cuyo nombre no quiero acordarme, había un patio de vecinos que era tan particular que cuando llovía se mojaba, como los demás.           En el bajo, Blancanieves tendía la ropa de siete enanitos. Habían cerrado la mina por baj…

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento había de recordar aquella tarde remota.Corría el mes de Noviembre 1975 y mi padre, con la oreja pegada a una vieja radio, sintonizaba La Pirenaica, una emisora donde según decía, daban la…

Érase una vez una niña que jugaba en la selva con su tigre Zalamba. Esa fiera se había criado en sus brazos. Apareció delante de su cabaña tras el incendio del poblado cercano. El mamífero había perdido a su madre  junto a cientos de aldeanos…

almohada. ¿Almohada? Ni siquiera un bicho o una partícula de polvo capaz de volar alegre por la habitación. Intenté gritar y luché para escapar de este cuerpecito de plumas que...ummm, realmente era suave. No me dio tiempo a regodearme en mi…

Érase una vez una niña que soñaba con ser astronauta para abrazar las estrellas, esos cuerpos celestes que brillan con luz propia y que a Camila entusiasmaban desde que era una zagala, tumbarse a la luz de la luna y observar el cielo estrella…

-¿No es increíble? Sesenta años de existencia y justamente ahora, antes de morir fusilado, me acuerdo, precisamente, de aquella tarde estival, sobre una colina, bajo un olivo, frente un riachuelo y con una ilusión indescriptible por la pesca…

Érase una vez una niña cuya hermosa cabellera rubia casi le rozaba los tobillos, su sonrisa era capaz de iluminar la más terrible oscuridad, y, allá donde sus diminutos pies la llevaban, ella repartía carcajadas... Sus progenitores estaban si…