Me fascina ver tus ojos color miel reflejándose en el cristal de la ventanilla del coche. Apenas llego a percibir la curvatura de tu sonrisa en el perfil de tu cara, pero sé que estás sonriendo cada vez que ves algo en el paisaje que te llama…

El Puerto de Santa María. Año 2000Hace veintidós años nos encontramos. Me miraste, te miré, y surgió la chispa entre los dos.La despedida fue dura, pero el amor no entiende de kilómetros, ni de cultura, ni de idioma... Un año después nos reen…

No hay proyecto de vida más grande que tener un hijo.Es un trabajo a largo plazo (para siempre).En ese momento te sentirás con miedo, inseguridades, vendrán muchas responsabilidades...Pero todo ello tiene una recompensa incomparable: crear vi…

Valle del Jerte  13/7/2014Somos apicultores.Presencié esto antes de desellar su cera para meterla en el extractor y sacar la miel.Una abejita estaba a punto de nacer.Esperé paciente a que saliera de su celda, porque, aunque sea tan insignific…

Final 1Después de cinco días andando por el desierto llegó a su hogar: parecía una ciudad de arena en mitad de las llanuras verdes de Viyenta. Esa desolada imagen la angustió, pues esperaba un tumulto de gente dándole la bienvenida, a ella, l…

Cuando desperté estaba en un agujero. No podía moverme; tampoco podía gritar. 

Pensando en un título para mi primer retoño,aquí estoy abstraída, aquí sentada me halloenseguida con una clave lo entono,pero no me sale de una, y me niego y retallo.Claro lo estoy teniendo, me viene y sostienecon unas simples palabras sensib…

Los atardeceres son la prueba de que los finales también pueden ser hermosos. Para. Observa. Respira. Siente. Sueña... Y vuelve a empezar. No te preocupes, al final, siempre vuelve a salir el sol. 

No se dio cuenta de lo diferente que era hasta que se lo dijeron los demás.No era la diferencia que había entre ella y los demás, sino la importancia que se le daba. Pero era una belleza entre la maleza... "Un ser diferente y especial... Únic…

El canto del mirlo la despertó del ensueño en el que estuvo horas. Tumbada boca arriba, mirando el baile de las nubes al pasar e imaginándose muy alto volar entre ellas.Sonreía, con sus pies descalzos y su vestido de terciopelo y seda arrugad…