Novedades de Aparadoras, de Beatriz Lara Pascual y Gloria Molero Galvañ

¡Ampliamos el objetivo de 'Aparadoras'!

Actualización #3 · jueves, 12 de julio de 2018 « Volver a la página de campaña

Aparadoras es un proyecto que ya no es solo de Gloria Molero y Beatriz Lara, ni de Libros.com: es un proyecto que pertenece también a los más de 150 mecenas que lo han apoyado 👏👏👏👏

Muchos de esos mecenas sienten el proyecto tan suyo que han querido colaborar activamente en él: unos, aportando sus propias vivencias; otros, ofreciéndose altruistamente para dar un toque artístico al proyecto.

Pero como pensamos que toda colaboración debe ser remunerada, ampliamos el objetivo para compensar a las personas que pondrán fotografías y portada a Aparadoras.

La cámara estará en manos de la talentosa Irene Lingua, fotoperiodista autora de fotografías como estas.

La portada correrá a cargo de Javi Roque, ilustrador e hijo de aparadora al que proyecto entusiasmó desde el principio. Puedes ver una muestra de su trabajo aquí.

Si conseguimos llegar a los 5.000 €, estos dos profesionales también formarán parte de Aparadoras.
¿Nos ayudas a hacerlo realidad?
Las historias de los hijos de las aparadoras

Actualización #2 · lunes, 9 de julio de 2018 « Volver a la página de campaña

Marina Marroquí es ilicitana y creadora de la asociación ilicitana contra la violencia de género AIVIG. El otro día nos dejó en Twitter su experiencia como hija de aparadora:

El calzado en Elche es marca, tradición, garantía de calidad; pero hay una realidad oculta: la de las aparadoras. Jornadas infinitas, condiciones inexistentes. Esa ha sido la vida de mi madre, de mis tías: mi familia se ha dedicado al calzado.

Yo me he criado entre cemen y mis juguetes han sido conos de hilos. Ese olor tan característico que me sigue haciendo sentir en casa, y estar a la falda de mi madre, mientras cose zapatos en la máquina.

Mi madre, siempre con la broma de "Yo os he parido a los tres a mediodía para no perder de trabajar". Lo peor es que creces y ves que no es una broma, que es verdad: si nos ha dado a luz a las 14:00, ha cosido zapatos hasta las 12:00, y su baja de maternidad ha durado lo que duraba el camino de vuelta del hospital a casa.

Yo era una niña que le reprochaba no venir a festivales, fiestas de colegio, excursiones o recogerme del cole. Ella era una madre incansable que trabaja sin parar, porque cuando más pares de zapatos hacía, mejor vida nos podía dar.

Lo consiguió: hoy yo soy educadora social, mi hermana, bioquímica, y mi hermano, aún en el calzado, con otras condiciones laborales (aunque jornadas igual de interminables). Hoy miro a mi madre con ojos de mujer y admiro su esfuerzo, pero lucho para que cada mujer tenga una vida laboral digna, se desarrolle, cotice en la seguridad social, tenga baja por maternidad si lo desea, tenga jubilación...

Gracias por esta gran iniciativa, como mujer, como ilicitana y por dignificar la marca de mi ciudad, el calzado.

Marina Marroquí
Ya hemos conseguido el objetivo y Aparadoras será una realidad, pero son muchas las historias que queremos contar. Que sigáis apoyando hace posible recoger más testimonios en este libro.
Testimonios de aparadoras: algunos fragmentos

Actualización #1 · jueves, 21 de junio de 2018 « Volver a la página de campaña

Estos días las autoras hemos estado en Elche, hablando con aparadoras, representantes de la Asociación de Aparadoras y Trabajadoras del Calzado de Elche y conociendo algunos testimonios recogidos con anterioridad por la cátedra Pedro Ibarra, que fomenta la investigación sobre la Historia de Elche.

Estos son algunos fragmentos de historias que nos han llamado la atención:

Tengo cincuenta y seis años y nunca he estado dada de alta en la seguridad social ni me han hecho contrato. El aparado es un trabajo duro, sinceramente no es un trabajo que me encante, pero como no he hecho otra cosa tampoco me disgusta.
Susi Esclapez Boix (aparadora)

Una compañera contó cómo el día que cumplió doce años su padre le regaló una máquina de aparar; aquello supuso para ella un trauma que en un momento dado le impidió continuar aparando. Se sentía encadenada a la máquina y era incapaz de sentarse frente a ella. Así perdió su casa.
Isabel Matute (aparadora y Presidenta de la Asociación de Aparadoras y Trabajadoras del Calzado de Elche)

Yo tenía claro que las tenía que tener dadas de alta, porque yo he estado en un zulo y sé lo que es eso. [...] A varias de mis aparadoras las he sacado de empresas grandes en las que se aprovechaban de ellas. [...] Los verdaderos peces gordos son los que hacen que los demás estemos en esta situación y lo malo es que no puedes decir que no porque te sentencian y en la siguiente temporada en vez de darte 20.000 pares te dan cinco. [...] Aquí en la Hoya hay muchos talleres clandestinos y todo el pueblo lo sabe, pero nadie denuncia. Además, siempre se enteran cuándo van a ir las inspecciones y a las aparadoras les da tiempo de irse a sus casas. Estos talleres no pagan el IVA, no pagan nada. [...] No es justo y sé que tanto los talleres clandestinos como yo trabajamos para las mismas empresas. [...] Es injusto que por hacer las cosas legalmente esté en esta situación.
Paqui (gerente de un taller legal)

Me gusta ser aparadora, es un trabajo que me relaja; además de que llevo tanto tiempo que ya me he acostumbrado. A veces te saturas porque tienes que entregar la faena ya, pero cuando terminas y ves el zapato terminado te da mucha satisfacción. Lo malo que tiene este trabajo es que está muy perseguido porque las únicas que salen bien beneficiadas son las grandes empresas que ganan mucho dinero. Se hacen ricos a costa de los pobres.
Soledad Guerrero (aparadora)

Debería de estar jubilada [...] Lo malo de no haber trabajado en una fábrica es que ahora tendría una paga; ahora no tengo nada, y con lo que cobra mi marido no es suficiente. Con lo que me saco de hacer esta faena por lo menos me puedo permitir irme a cenar a algún sitio, o hacer alguna excursión que se organiza para los jubilados.
Josefa Martínez Antón (aparadora)

Me metí con 12 años en el mundo del aparado [...] Nosotras somos la última generación de aparadoras, es normal que nadie quiera dedicarse a esto. Estamos en extinción: deberíamos estar protegidas como las especies pero como no es así, nos extinguiremos.
Terebel Antón (aparadora)

Es un trabajo duro en el que pasas muchos nervios, y a mí personalmente me ha pasado factura. Sufro la enfermedad del Crohn. La presión y el estrés que se vive en un taller es muy alto. Ser aparadora requiere muchas horas de estar sentada y con el cuello agachado
Loli Mirete (aparadora)

Quiero regalar este libro a mis nietos para que cuando sean mayores sepan cómo era la economía sumergida en la que trabajaba su abuela. Porque espero que cuando sean mayores la economía sumergida haya desaparecido.
Aurora Sales (aparadora)

Foto: Pablo Miranzo

Aparadoras

Las mujeres que fabrican tus zapatos

Un libro de Beatriz Lara Pascual y Gloria Molero Galvañ con el apoyo de 168 mecenas

¡Ampliamos el objetivo de 'Aparadoras'!

Las historias de los hijos de las aparadoras

Testimonios de aparadoras: algunos fragmentos