Sobre el libro

Conversaciones secretas entre un abogado y su cliente es un libro de gran impacto y valor, que cambiará tu perspectiva sobre la gestión del patrimonio y la planificación de tu herencia. Parece que este tema es un gran tabú, algo que se evita hablar con naturalidad porque implica que algún día ya no estaremos con nuestros seres queridos, o quizás que se lo tengamos que sugerir a alguien enfermo y por lo tanto, contemplar esa posibilidad.

Ante todo ello, el autor, Ángel Seisdedos, un experimentado abogado especializado en asuntos sucesorios, apela a la responsabilidad. Es imprescindible dejar todos estos cabos atados para no sumar al dolor de la pérdida que atravesarán nuestros familiares, un caos de notarios, abogados, impuestos y, muchas veces, incluso años de causas judiciales. Es esencial concienciarnos de nuestra propia mortalidad y de la importancia de preparar adecuadamente nuestro legado para las generaciones venideras.



A través de una combinación única de humor, analogías con casos famosos del cine y la vida real, y una sólida base de conocimientos legales, este libro te transportará hacia la comprensión clara y accesible de la gestión patrimonial. El autor desmitifica conceptos complejos y desafía la idea de que hablar de testamentos y sucesiones es algo aburrido y complicado con la ayuda de un personaje muy especial, Muertito, que una vez en el más allá, se da cuenta de que la ha liado y se frustra al no poder volver a solucionar las cosas. Por suerte, descubre que puede comunicarse con el que había sido su abogado, que le sacará de dudas ante todos los interrogantes que le plantea, dejando clara una cosa: ya no puedes hacer nada porque no estás. Aun así, le explica educadamente todos los procesos que tendría que haber hecho y cómo deberían actuar sus herederos en esta situación. 

Desde el análisis de las posibilidades que ofrece un testamento, hasta la planificación de la sucesión de empresas, cada capítulo nos brindará herramientas prácticas y consejos útiles para enfrentar cada situación particular con confianza y claridad. Si quieres verdaderamente cuidar de los tuyos cuando no estés a su lado, tienes que leerte Conversaciones secretas entre un abogado y su cliente y poner en orden tus gestiones; Ángel te guiará en el proceso.


Además, cada capítulo estará complementado con un código QR que te llevará a una plataforma exclusiva donde accederás a material extra sobre los temas tratados en el libro, ya sea en formato vídeo, en los que Ángel en persona te explicará diversos asuntos, recursos gratuitos y mucho material que de otra forma no tendrías disponible. ¡Las ventajas son claras!

¡Te dejamos un adelanto de uno de los capítulos para que vayas abriendo boca! ¡Te esperamos!

Hace unos días me contacto un cliente desde el más allá, se llama muertito y me planteaba una duda muy recurrente…

Si tengo pareja e hijos, pero no hemos formalizado nada, ¿qué puede pasar?
...

La Liga había comenzado, era uno de los primeros partidos cuando un futbolista con el dorsal 16 sale del terreno de juego, cae de rodillas y se desploma.

 

Esa tarde el Sevilla Fútbol Club y el Getafe Club de Fútbol estaban disputando un partido que se tiñó de negro en el minuto 28, Antonio Puerta sufría un desmayo y tras él varias paradas cardiorrespiratorias que acabaron con su vida.

Tras digerir la trágica noticia, otro gran problema acechaba en la sombra.

 

La herencia del futbolista y su contrato recién renovado (en junio) por cinco años más, a 1,2 millones de euros por temporada, se quedarían “en el limbo”. A ese cóctel tenemos que añadir que no estaba casado y que su novia estaba embarazada de ocho meses.

 

Los problemas estaban aún por llegar cuando los padres del futbolista pusieron en duda que el hijo que traía la novia de Antonio fuese realmente suyo.

 

Y esto tiene chicha, porque en España, si la palmas y no tienes testamento, se establece un orden de sucesión concreto:

1. En primer lugar, los hijos. En su defecto:
2. Padres, abuelos, bisabuelos…
3. Cónyuge (si lo hubiera)

Y como hemos visto, técnicamente Puerta no tenía hijos, tampoco cónyuge, ya que no estaba casado.

 

Sin hijos y sin cónyuge, todos los derechos de José Antonio Puerta pasarían a sus padres.

 

Y aquí se pone la cosa más interesante.

 

Nuestro Derecho de Sucesiones es herencia romana, y los romanos eran gente muy lista y ya habían contemplado que estas cosas podían pasar, y es que si en aquellos entonces eras Cónsul de Roma y te tocaba pegarte un viaje, o pegarte de leches con los Cartaginenses, cabía la posibilidad de que no volvieras, y si tu señora estaba encinta... ¿Quién heredaría?

 

Gracias a ese legado, se establece la figura del “nasciturus” una palabreja del latín que no es otra cosa que el hijo que está concebido, pero que todavía no ha nacido, otorgándole los mismos derechos que a un hijo. A fin de cuentas, es lo mismo.

 

Pero con la supuesta paternidad del hijo de Antonio Puerta en juego, solo quedaba una cosa, someterse a una prueba de compatibilidad genética (ADN); no obstante, habría que esperar a que naciera.

 

Al final, la historia de la herencia de Antonio Puerta se arregló de una forma bastante limpia. Ahora su hijo juega al fútbol, igual que su padre, y apunta maneras.

...

 

Dicho esto, muertito, solo me quedan tres cosas que decirte:

• ¿Qué está haciendo tu familia ahora?

Tu familia está haciendo la declaración de herederos, que es el trámite que se hace cuando alguien no tiene testamento y obliga a ir a la notaría a tus herederos directos, junto con dos testigos que te conocieran. Una vez firmado este documento se remite al tablón de anuncios del ayuntamiento de tu municipio por si hubiera otros interesados en la herencia (como hijos no reconocidos). Tras 20 días hábiles (un mes aproximadamente) ya se podrá aceptar y adjudicar la herencia, siempre que no exista algún problema entre herederos que obligue a dividirla judicialmente.

• ¿Qué puedes hacer ahora?

Estás muerto, no puedes hacer nada.

• ¿Qué podrías haber hecho?

Un testamento sencillo te hubiera costado unos 60 euros y le hubieras ahorrado a tu familia, tiempo, dinero y dolores de cabeza, ya que ese trámite es mucho más costoso y prolongado en el tiempo.

Por qué apoyar el libro

Haciéndote mecenas de Conversaciones secretas entre un abogado y su cliente estarás adquiriendo una gran fuente de conocimientos prácticos que todos y cada uno de los seres humanos tendremos que poner en práctica, al menos una vez. Lo que hace única y maravillosa a esta vida, es su temporalidad. Seguramente hayas trabajado arduamente para conseguir una estabilidad económica, un hogar donde formar una familia y has hecho todo lo posible por cuidar de los tuyos, no sin pasar por caja y aportar gran parte de tu esfuerzo a la sociedad, mediante impuestos. Es hora de que aprendas a proteger el patrimonio que tengas, sea mucho o poco, pero que tu esfuerzo pueda ser disfrutado por tus seres queridos y no les arrebaten más de la cuenta.

Ángel Seisdedos no solo ofrece conocimientos vitales sobre cómo gestionar nuestro patrimonio y preparar nuestro testamento, sino que también desafía las percepciones comunes al hacerlo de una manera accesible, entretenida y, sobre todo, con valor. Como él mismo dice, es vital hacerse responsable en este ámbito desde el momento en que empezamos a generar un mínimo de patrimonio, y mucho más si tenemos hijos u otros seres queridos a cargo. Debemos recordar que los cabos que no dejemos atados, tendrán consecuencias significativas para nuestras familias.

Al naturalizar el hecho de nuestra mortalidad y alentar conversaciones sobre cómo queremos que se maneje nuestro legado, estamos contribuyendo al bienestar de las futuras generaciones.

No te pierdas el enfoque único de Ángel, que combina la rigurosidad legal con el humor y la claridad narrativa, lo que convierte a Conversaciones secretas entre un abogado y su cliente en una guía valiosa para cualquier persona que desee enfrentar estos temas con seguridad y cercanía.

Sé parte de este proyecto, comienza a dar importancia a los tuyos, por lo que pudiera pasar, y contribuye a una mejor educación para las generaciones venideras.

¡Hazte mecenas!