Emprendedor

Sobre el libro

No falla. Abres las páginas económicas del diario dominical de turno y ahí está. Da igual el nombre que le pongas; un hombre de mediana edad, caucásico y un aspecto reluciente. Su historia, claro, es la del emprendedor de éxito. Tuvo una buena idea, dejó su aburrida vida llena de la seguridad que te aporta una nómina y se lanzó a la aventura de montar su propia empresa. Hoy le rodean el éxito, el dinero y la notoriedad. ¡Viva la emprendeduría!

Fuente imagen: Bruce mars

Sin embargo, es probable que rascando un poco la historia nos empiece a cojear. Tal vez si buscamos en Google su nombre completo descubramos que nació en el seno de una familia que le pudo aportar el capital necesario para emprender; puede que si rastreamos la vida de esa empresa cuente con poco más que un espacio en un coworking y muchas promesas de un futuro mejor.

Luis arquea las cejas cuando lee una de estas historias de éxito. Él hace años devoraba estas historias y veía esas vidas como algo aspiracional. Dio todos los pasos que había que dar; dejó sus estudios, se puso a hacer maratones y, por supuesto, lo más importante: salió de su zona de confort.

Y fracasó.

Sobre el autor

Luis Morales odia que le digan que hay que salir de la zona de confort para emprender. «Mi zona de confort, precisamente, es la de crear cosas y no tener jefe», cuenta con la seguridad que te da saber que todas las fórmulas de éxito asegurado de los libros de emprendimiento son mercancía averiada. «Yo soy así, pero alejado de esta película que nos han contado de hombres caucásicos que se levantan a las cinco de la mañana a correr un maratón».

Luis empezó a escribir Emprendedor cuando, trabajando en sus propias empresas, se vio con 60 euros en la cuenta del banco a principio de mes. El alquiler, las facturas y el ruido que hace tu tripa cuando tiene hambre no entienden de historias de superación románticas, por lo que sea. En ese momento decidió echarle humor, ironía y un poco de mala leche a escribir una historia de verdad. Su historia, la que le gustaría haber leído cuando tenía en la cabeza comerse el mundo años atrás.

«Yo creo que un emprendedor es cualquier persona con una idea y ganas de llevarla a cabo», explica el autor. «Pero para emprender hace falta pasta», apunta. «Nos podemos creer esta historia del emprendedor que sale de la nada, pero siempre hace falta dinero. Emprender también es ser consciente de las posibilidades que tienes».

Por qué apoyar el libro

Emprendedor es un ensayo en primera persona repleto de humor e ironía para desmontar el mito del emprendedor que salva el mundo con cada nueva empresa que crea. ¿Es malo emprender? Claro que no, todo lo contrario. Que una persona sea capaz de crear un negocio valioso y pueda vivir de ello es fantástico. Pero hasta llegar a eso hay muchos pasos que nadie cuenta.

Hemos generado la imagen de emprendeduría unida a una estética determinada, un éxito explosivo y riqueza fácil. Y esa es una cáscara que se rompe fácil cuando la vida golpea. Emprender tiene que ver tanto con lo pragmático como con las pasiones. No es necesario, únicamente, tener una buena idea y muchas ganas de tirar tu vida por la borda para enfocarte en ella. Es necesario, antes de nada, poder llevarla a cabo.

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