Fracturas del alma

Sobre el libro

Por un lado, no hay suficientes palabras, pero, por otro y por muy paradójico que resulte, con muy pocas, pero bien elegidas, se puede describir el único elemento común que aparece siempre en cada uno de los microcuentos: “el dolor”.

De una manera más sutil u otra más desgarradora, es el dolor el que nos va fracturando a lo largo de los años el alma hasta que esta, hecha añicos, desaparece para volver a recomponerse y todo vuelve a empezar.

Amor, desamor, pasión, miedo, rencor y una larga lista de los sentimientos que mueven el alma son sobre los que versan los cuentos de este libro.

Sobre la autora

Marian Molina, de 44 años y natural de Granada, reside desde hace más de trece en la preciosa Nerja (Málaga), ha dedicado toda su vida profesional a la enseñanza del español como lengua extranjera.

Sin embargo, desde muy pequeña siempre le gustó escribir —además de tener una curiosa y amplia colección de libretas con todos sus escritos— recuerda con mucho cariño aquel primer club de escritura que fundó junto a sus primas Aurora y Yolanda, siendo muy pequeñas.

Su pasión por las palabras se ha ido materializando en un primer libro de microcuentos, Fracturas en el alma, que comenzó a fraguarse hará unos dos años y del que puede decirse que cada uno de sus cuentos tiene un trocito del alma fracturada, ardiente e inquieta que bien describen a su autora.

De sus escritores favoritos destacaría Alberti, Neruda, Salinas y su gran referente Cortázar.

Su siguiente sueño y proyecto: escribir una novela que titulará Niña.

Por qué apoyar el libro

Hay cuentos muy bonitos, otros raros, unos más largos y otros más cortos, pero lo que está claro es que ninguno dejará indiferente al lector porque todos, sin excepción: tienen la capacidad de tocar el alma.

En estos tiempos en los que todo se hace a lo grande, ya sean mega construcciones, libros interminables o películas larguísimas, el género de los microcuentos es la clase de literatura que nos oxigena de tanto exceso de información al mismo tiempo que nos llena y nos deleita.

La simplicidad como sinónimo de belleza, la reflexión y el identificarse con cada una de las pequeñas historias que se cuentan es lo que la autora ha buscado y por el cual cree que Fracturas en el alma merece el apoyo de 100 mecenas como mínimo.

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