Las desventuras de Martín Prigman

Sobre el libro

Un libro olvidado que trata de defender a Martín Prigman de un rumor, de una calumnia que ya casi nadie recuerda, es el punto de partida de esta novela que nos habla más de quien escribe que sobre lo que escribe. Martín Prigman es el eje en torno al cual giran las vidas de José Moreno, de su mujer y su hijo, además de muchos otros personajes, que son zarandeadas por los turbulentos años previos a la Guerra Civil. Con esos elementos, siempre reales, Moreno construye su propio mundo, pero las conexiones entre ellos no responden a lo previsto, sino que sobre las verdades convencionales, van a pareciendo mentiras mucho más probables y atractivas. El editor, que tropieza con el libro, trata de interpretarlo, repitiendo en cierta medida el proceso que Moreno lleva a cabo con Martín Prigman, prolongando la novela como si en el futuro se encontraran las pistas que explican el pasado. 

Sobre el autor

Francisco J. Otero se gana la vida escribiendo. Nació en Madrid en el año 1972 y estudió Periodismo y Antropología, que vienen a ser casi lo mismo si se ejercen bien. Quien le paga ahora mismo es el diario Lanza de Ciudad Real, donde ejerce de redactor de Deportes, de Cultura, algo de Local, Economía… Antes trabajó en El Día de Ciudad Real como redactor jefe.  También en Dublín alternó las clases de español, las colaboraciones para revistas, las pintas y la cocina de un restaurante italiano. Y antes, en Quetzaltenango (Guatemala), fue coordinador de la carrera de Comunicación Social en las universidades Francisco Marroquín y Mesoamericana, además de imaginar una profesión diferente en la Fundación de Periodismo para el Desarrollo.

Las redacciones del As y La Tribuna de Ciudad Real también conocen su pluma, además estuvo un año en Telemadrid. Ha escrito un par de libros periodísticos (Almagro CF: el club que fue a un play off en bicicleta y El libro de la IGP Pan de Cruz), ha publicado algún estudio sobre lo que significa nacimiento del deporte desde un punto de vista antropológico y tiene un par de novelas en el cajón.

Por qué apoyar el libro

Las desventuras de Martín Prigman es un nonato: necesita apoyo en el parto. Así que podemos decir que de alguna manera apelamos al juramento hipocrático de todos aquellos que sienten un compromiso con la cultura. Es verdad, hay muchos que necesitan ayuda para ver la luz, pero este promete poder defenderse solo cuando nazca.

Es un libro ambiguo, de los que precisan la cooperación del lector, complicado de encuadrar en un género, de los que no entran en los planes de las editoriales convencionales. Apoyarlo es apostar por algo diferente a lo habitual, es, digámoslo así, defender la artesanía frente a la producción en cadena, aunque suene algo exagerado. Y quizás lo sea.

Se trata de una novela cocida a fuego lento, sin prisas, como esas comidas en las que todo el que pasa por la cocinan acaba probándola, dando su opinión y removiendo un poco. Su publicación debe seguir siendo así, hecha con la ayuda de muchos. Cuando la lean, o la caten, sentirán que en parte lo han hecho ellos, ya que de ellos habla, a ellos va dirigida y gracias a ellos está en la calle. 

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