Palimpsestos. Las huellas del tiempo en la arquitectura

Sobre el libro

Transformación, cambio, destrucción; corresponden con tres de las muchas características que dan lugar a un Palimpsesto. La memoria, presente tanto en la arquitectura como en la sociedad, ha sido una de las herramientas claves a la hora de concebir el paso del tiempo. De esta manera, para poder estudiarla primero hay que comprenderla.

El camino que te lleva de casa al trabajo. Te lo sabes de memoria: acera, asfalto, parque, metro, tren, coche… Los ingredientes son variados, pero en la receta de la rutina siempre están tus pies pisando el mismo suelo. Casi lo podrías hacer con los ojos cerrados. Conoces ese trayecto, pero, ¿sabías que, seguramente, ese camino es fruto de un palimpsesto?

Cuando caminamos por nuestras ciudades y miramos a nuestro alrededor nuestra vista se topa con multitud de elementos que están ahí por una razón muy específica. Cada edificio, monumento, acera y banco tienen su razón de ser. Alguien planificó que debían estar ahí y, lo que es más importante, lo hizo en función de lo que había anteriormente.

Palimpsestos. Las huellas del tiempo en la arquitectura es un ensayo que habla de ese mestizaje artístico. Esta palabra de apariencia imposible se refiere al proceso de superposición, mezcla y sustitución de los elementos previos para la creación de unos nuevos. Un borrado que siempre deja pistas de lo que había antes.

A veces sus huellas son más evidentes (piensa en la reconstrucción de Notre Damme, por ejemplo) y otras lo son menos (¿sabías que la ciudad de Londres tuvo que ser reconstruida en su práctica totalidad tras un incendio a finales del siglo XVII? ¡Eso sí que fue un palimpsesto!), pero siempre están ahí, dispuestas a que las encontremos.

Sobre la autora

Cristina del Río dudó hasta el último momento antes de entrar en la Universidad entre la arquitectura y la Historia y la restauración. Su pasión siempre ha sido entender qué nos ha llevado hasta aquí y cómo afecta el paso del tiempo hasta llegar a ser lo que somos. Finalmente la arquitectura se abrió paso en su vida y descubrió que era mucho más que hacer edificios.

«Los palimpsestos están en nuestro día a día, hay que tenerlos presentes para proyectar el futuro del arte porque venimos con esa herencia», cuenta Cristina. En su discurso se aprecia el respeto por las cenizas que aún moldean el suelo que pisamos. Somos herencia de lo que otros fueron y construyeron y es imprescindible aprender de ello para proyectar el futuro.

«¡Los palimpsestos están en muchos lugares más allá de la arquitectura!», advierte la autora madrileña. «Está en la pintura, en el baile, la música… Cualquier disciplina artística se construye sobre lo que hicieron otros», asegura.

Este libro nace de un trabajo académico que Cristina hizo empujada por esa curiosidad innata por lo sucedido y la ambición de imaginar lo que está por ocurrir.

Por qué apoyar el libro

Vivimos en el cambio constante. Los experimentamos a la velocidad justa para que no parezca sino tiempo estático, pero ahí está: inexorable, inasequible al desaliento. Solo mirando con la perspectiva suficiente nos damos cuenta de lo que ha supuesto.

La configuración de nuestras ciudades es un palimpsesto de magnitudes difíciles de imaginar de un simple vistazo. El asfalto que hoy pisas antaño fue un camino de tierra, un establo o, tal vez, el lugar donde alguien comerciaba con sus animales. ¿Qué será mañana? No lo sabemos, pero el ejercicio de imaginación requiere ser consciente de dónde venimos para ser responsables.

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