Los últimos soldados están apuntó de embarcarse listos para ir a una guerra que no tenía ningún sentido y que nos está haciendo sufrir a todos.
En el aeropuerto hay mucho barullo porque todo el mundo se está despidiendo de los soldados que se van a la guerra y hay personas también llorando por miedo a perder a sus seres queridos. En este momento, en este lugar solo hay tristeza y es algo normal porque nadie quiere estar cerca de la muerte. Yo en cambio solo observo el panorama sentada en uno de los asientos del aeropuerto y con un papel en la mano.
Todas las personas que me conocen dicen que deje de hacer esto, que pase página y que lo único que consigo es hacerme más daño. Pero no puedo evitarlo no venir cada 29 de Abril y leer la carta que él me dejo cuando se fue. Da igual si hay un sol brillante o una tormenta horrorosa yo vengo igual. Y leo la carta en el mismo lugar y a la misma hora que me la dio él. Sé que debería de dejar de hacer esto o por lo menos no venir hasta el aeropuerto para leerlo pero si no lo hago siento como si le estuviera fallando. Así que por enésima vez vuelvo a leer la carta que me dejo que ya me la sé de memoria antes de embarcarse a una guerra con la promesa de que volvería sano y salvo.
“Querida Vanesa.
Desde la primera vez que te vi sabía que íbamos a ser muy buenos amigos. Y desde nuestro primer encuentro que te tire toda la bebida por encima ya han pasado 20 años. La verdad nuestro primer encuentro no fue el mejor pero no me arrepiento a día de hoy que sucediera porque a lo mejor si no hubiera sido tan patoso no nos conoceríamos. Después de eso comenzamos a conocernos más, a pasar momentos inolvidables, viajes, cumpleaños, compartir secretos y un montón de cosas. No nos volvimos a separar nunca más. Por muchos momentos que tuviéramos que estar separados y lejos uno del otro o también que muchos conocidos que nos hablaban mal uno del otro nosotros seguíamos siendo amigos a pesar de todo.
No sé si te acuerdas cuando estuvimos en la playa de Punta Cana una noche que entre tanto desamor y de no encontrar a nuestra alma gemela nos pusimos hablar de cómo nos gustaría que fuese el amor de nuestra vida. Comenzamos a contarlo como nos gustaría y no me di cuenta hasta que te vi con Alfonso que en verdad te estaba describiendo a ti. Desde ese momento empecé a amarte pero tenía miedo que no fuera recíproco. También tenía miedo de confesarte mi amor y que nuestra gran amistad se destruyera. Por eso preferí no contártelo porque prefería seguir siendo tú amigo que a perderte para siempre.
Pero ahora que nos separamos por una gran temporada y puede que no nos volvamos a ver pues no podía aguantarme más las ganas de no decírtelo. No quiero morir sin habértelo contado. Aunque sea demasiado tarde y puede que no llegue a nada me siento mejor y así puedo morir en paz.
Lo único que te pido que si me amas como yo te amo espérame y te juro que no te arrepentirás. Yo intentare salir sano y salvo de esta guerra. Y no llores mucho por mi marcha porque en un abrir y cerrar de ojos me tienes a tu lado de nuevo. Juntos para siempre.
Sergio”
Vuelvo a llorar como desde hace 6 años. Cuando leí la carta por primera vez me acuerdo que me quede sin palabras e impactada. La verdad no me había dado cuenta hasta ese preciso momento que yo también lo amaba inconscientemente. Siempre había estado comparando con todos los chicos que salía con Sergio y él siempre había estado conmigo a mi lado e incluso muchas personas nos preguntaban si éramos pareja porque en verdad muchas veces nos comportábamos como si fuéramos novios
Desde ese momento cuando me declaro su amor intente contestarle pero no lo logre. Así que aguarde impaciente a que viniera contando los días. Hasta que un día llego la peor noticia de mi vida. No podía creérmelo. No solo había perdido a mi mejor amigo sino también al amor de mi vida y lo peor es que había muerto sin saber que yo también lo amaba. Cuando me entere me quede en sock durante meses y me tuvieron que llevar al psicólogo para poder salir de ese sock. Aún a día de hoy algunas noches que sueño con el día que me entere de su muerte y también me imagino como lo matan delante de mí. Y han pasado ya años y aun así cuando pienso en ello o me lo imagino me sigue impactando igual que la primera vez. Pero por mucho que me impacte cada vez que lo recuerde la vida continua. Por mucho dolor que me cause no tenerlo a mi lado la vida sigue. Y por mucho tiempo que pase el siempre estará en mi mente y mi corazón aunque conozca a otras personas el siempre será el primero. Porque amistades y amores como esos existen muy pocos.
Hace poco la psicóloga me dijo una cosa para hacer para estar en paz conmigo mismo sin que yo me sienta mal de creer que lo estoy fallando. Lo que me dijo fue que quemará una nota diciéndole todo lo que me gustaría decirle.
Así que es lo que hago cuando salgo del aeropuerto voy al parque donde siempre nos reuníamos y empiezo a quemar la nota que ya traía escrita de casa y donde ponía todo lo que sentía. Así era mi forma de despedirme de él y de intentar seguir con mi vida porque para mí hacer esto es como estar hablando con él aunque él no me contestará yo siento como si él estuviera más cerca de mí. Veo poco a poco como se va quemando la noto y con ella mis palabras que decían “Ojala haber tenido más tiempo para nosotros. Pero por desgracia la vida no ha querido. Pero estate seguro que nunca te olvidaré y que fuiste, eres y serás la persona más importante de mi vida y que te quiero como a nadie. Nuestra amistad y amor siempre ha durado a todo y este caso no va ser lo contrario aunque estés muerto. Da igual todas las personas que conozca o todo lo que me suceda porque siempre vuelvo a ti”