Sonrisas de bares, de notas y copas,
bachatas ligadas a punto de sal.
Esa chiquilla que baila a la orilla del mar
esconde su risa y echa a volar.
Su música aflora sin seguir un compás,
que ni mi radio sintoniza al danzar.
Ella esconde lunares en su piel
que guarda bajo cuartel,
y los llama “deseos de aguamiel”.
Sus olas rompen mi muro,
con fuerza de titán,
me pregunto lo que otros dirán.
Un corazón roto auguro.
Dame una segunda parte,
que el limbo no es lugar para un final,
que yo solo quería besarte,
mientras me decías “tienes que desatarte”.
Escucha estas notas sin ritmo ni compás,
me dirás al bailar.
Bachatas ligadas a punto de sal,
esa chiquilla que baila a la orilla del mar
esconde su risa y echa a volar.
Tristes son las despedidas
que desatan caricias escondidas,
se desvanecen como pensamientos prohibidos,
cuando solo queda su deseo,
y ella con mi corazón como trofeo.
Me ha encantado.
Saludos Insurgentes