«ALERGIA»

Tú hablabas de fútbol, yo de libros, y no nos escuchábamos. Solo se oía la tele de fondo y el click del mechero al encender otro cigarro. La costumbre nos había dejado sordos. Tumbados en aquel sofá, cerramos las puertas, bajamos las persianas y corrimos la cortina del baño. Ahora la costumbre nos había dejado ciegos. Quizá era más fácil así dejar que el tiempo nos consumiera, la cocaína también ayudó. Apretábamos la mandíbula y hacíamos planes sin sentido que expiraban a la mañana siguiente. De nuevo, la costumbre nos había dejado mudos.

Acabamos entre lágrimas, insultos y empujones, no queríamos irnos. Me pedías perdón por haberte ido con otra, y en realidad "el amor se fue volando por el balcón" mucho tiempo atrás. ¡Qué rabia, si ni siquiera teníamos balcón! Nos costó darnos cuenta de que ya no quedaba esperanza, de que no existían los "ojalá". Un agujero negro atrapó todo por lo que habíamos luchado, si es que alguna vez luchamos por algo.

Fue entonces cuando comenzó el baile de sentimientos. Te odio, y ¡mierda! echo de menos tu lunar en el labio. Te odio, y ¡joder! oigo tu risa al pasar por nuestra calle. Te odio, y... siento tu maldito abrazo, una y otra vez. Pasaron varios inviernos hasta que reaccioné.

La costumbre dejó de ser costumbre.

Ahora, ha llegado la primavera y siento que me das alergia.