Al despertar en el crepúsculo,
de melancolía he sido abordada.
De pronto un recuerdo me ronda,
y me incorporo con sigilo.
De camino al bosque huelo a leña,
me cautiva y sonrío al otoño.
La castañera me lanza una castaña,
a la vuelta le ofreceré un madroño.
Danzo con mis pies entre el follaje,
las hojas de color rojo y marrón me calan,
con la neblina entre mis pies conduje
brincando y disfrutando como un ruan.
Recibo un regalo de aromas al caminar,
el aroma a pino y nogal me seducen,
así que recojo sus frutos al pasar.
Los piñones y las nueces me envuelven.
De vuelta saludo a la castañera,
con un madroño y un beso en los mofletes.
La espero frente a la chimenea de piedra,
Con un bizcocho de piñones y nueces.
Enhorabuena compañera!
Saludos Insurgentes