✍️ Cuenta la historia de un libro mágico que se escribe solo.
“Hoy he aprendido a multiplicar con decimales y he escrito una redacción sobre el verano. He comido con la abuela, que ha venido a pasar la tarde conmigo porque Lola no podía quedarse. También ha venido Néstor, que es mi mejor amigo, para ayudarme con los deberes”.Cada mañana abre el cuaderno para leer lo que ha ocurrido durante el día anterior. Y pinta algo en el margen, para ilustrar el relato: una playa con un sol naranja, las manos de la abuela, el perfil de su amigo Néstor.Esconde el cuaderno bajo el colchón, para que mamá no lo vea. No lo saca hasta después de que ella se haya marchado al trabajo, cuando Lola ya ha recogido la taza del desayuno y le ha dejado en la habitación con la Tablet y los libros, preparando las lecciones del día.No quiere que mamá descubra el cuaderno porque ella no entiende de magia y, tal vez, podría quitárselo. El día que ella se puso mala y se quedó en la cama, no sacó el cuaderno de debajo del colchón, no fuera a entrar ella en la habitación y a pillarle leyendo su última hoja.Mamá no entendería lo importante que es el cuaderno. A veces le cuesta recordar lo que ha hecho ayer, o el domingo, o hace una semana. Lo de la mala memoria es culpa de las medicinas. Mamá se lo dice. Y dice que cuando esté curado su memoria será la de cualquier chico de su edad. No tiene que preocuparse.Y no se preocupa. Porque todo está escrito en el cuaderno. Cada mañana lo abre y lee lo que ha ocurrido ayer, lo que ha aprendido, quién ha venido a verle….¡Qué suerte tener un cuaderno mágico que se escribe por las noches!
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Carmen Santamaría
Soy licenciada en Periodismo en la facultad de Ciencias de la Información, de la Universidad…
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