🌬 Fantasea con qué pasaría si un año no hubiera verano.
El año sin verano una serpiente de frío reptó sobre mí, día a día, instante a instante, con ahínco. Se introdujo dentro de mis huesos hasta causarme el rumor invernal que aquí sigue, estremeciendo de dolor mis articulaciones, que gimen, chillan y duelen. El rumor invernal que llenó de nieve mi ilusión, que coronó de pistilos de flores marchitas mi cabeza; que manchó mi cara, mis manos, que ya no reconozco, llenas de surcos y venas. El año sin verano fue el de la niebla perpetua, constante, blanca y gris, que escondía los objetos y los cuerpos de la realidad. Fue el año del huracán furioso que zumbaba en mis oídos y ya no pude escuchar nada, ni a nadie. Aislado y reducido, entre todo ese frío, la nieve que aplastaba, la niebla que cegaba, el huracán que ensordecía, el dolor continuo; tumbado siempre en mi cama fría, gélida, conviviendo con esa serpiente del invierno que a veces me asusta y desata mis esfínteres y entiendo que me he ensuciado porque algo me zarandea, levanta mis piernas y me causa un atroz dolor al frotar la piel que de tanto tiempo expuesta se ha llenado de heridas que sangran y también huelen mal. Todo yo huelo mal. Me han cortado la garganta, no puedo gritar en este invierno continuo y sin noción de los días, de las noches, del tiempo que pasa, de mí mismo. Acaso siempre estuve así, rodeado de esta serpiente de frío, de estas nieves, de estas nieblas, de estos huracanes, de este dolor que no cesa. De esta respiración que inunda mis bronquios de alfileres y una, y otra, y otra, hasta que al final se para, y el invierno, entonces, es para siempre.
¿Te ha gustado esta historia?
Añadir a favoritas
Eugenio A. García de Paredes Pérez
Profesor de Historia. Lector compulsivo.
0 seguidores
Miembro desde hace 6 años. 15 historias publicadas.