
Siempre me ha fascinado ver los escasos minutos en los que una gimnasta de rítmica desarrolla su coreografía. Saltos o volteretas al compás de una pelota, cinta o el propio aro hacen que el cuerpo se funda formando uno solo.
«Aprendiendo a volar» , de Francisco Anacoreta Laico Leer »
«El salto» , de Francisco Anacoreta Laico Leer »
«Salto» , de Silvia Sanmartín Meroño Leer »
«Salta conmigo» , de María Caballero Leer »
«O con ninguno» , de Anastasia Sopale Thompson Leer »
«Salto al vacio» , de Antonio Nascimento Thomas Leer »
«Grandes experiencias» , de María Caballero Leer »
«Conejo saltarín» , de Francisco Anacoreta Laico Leer »