«El fantasma de la Revolución»

494 palabras
4 minutos
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Eres Juan Rulfo y tienes la oportunidad de escribir un último cuento de fantasmas antes de morir...

Era una tarde tormentosa en la que el viento aullaba y el trueno retumbaba en el aire. Yo, Juan Rulfo, me encuentro en mi estudio, un espacio entrañable y familiar, con paredes protegidas de estanterías llenas de libros y papeles. La lluvia cae con fuerza en el tejado, generando un sonido rítmico que acompaña el aullido del viento. La luz de la luna se filtra a través de las cortinas, originando sombras en el suelo y en las paredes. Estoy sentado en el escritorio, rodeado por mi creatividad y mi soledad, con la sensación de la hora y la responsabilidad que pesa sobre mí. La tormenta exterior parece reflejar la tormenta interior que llevo dentro, que rivalizo por encontrar las palabras adecuadas para escribir mi último cuento antes de partir.

Me di cuenta de que no estaba solo en la habitación. De repente, una figura sombría se materializó frente a mí. Era un hombre con ropa sucia, raída y una mirada triste, con ojos hundidos por el paso de los años, que me miraba con intensidad.

—¿Quién eres tú? —Le pregunté con cautela.

—Soy el fantasma de un hombre que murió durante la Revolución Mexicana — respondió con una voz fría y cansada.

Me contó su historia, cómo luchó por la libertad y la justicia. Como le traicionaron aquellos en los que confió. Lo asesinaron y enterraron en una fosa común, sin siquiera decir una oración en su memoria.

Desde entonces, su espíritu había vagado por los campos de batalla, los barrizales, buscando justicia y paz. Pero nadie podía escucharlo, nadie podía verlo.

—¿Por qué vienes a mí? —Le tanteé, aún atemorizado por su presencia.

—He venido a ti porque eres el único que puede contar mi historia. ¡Eres el único que puede hacer que mi voz se escuche!

—Entiendo, pero ¿por qué es importante que tu historia se cuente?

—Mi historia es relevante porque representa a tantos otros que murieron luchando por la libertad y la justicia y que nunca recibieron el reconocimiento que merecían. Quiero que mi historia inspire a otros a luchar por la verdad y lo justo, incluso en los momentos más oscuros. Quiero que mi legado viva para siempre.

Me estuvo contando durante buena parte de la sombría noche su historia. Mientras yo tomaba apuntes. Una vez terminó le dije.

—Entiendo. Haré todo lo posible para contar tu historia de manera justa y honesta.

—Gracias. Eso es todo lo que pido. —Respondió el fantasma agachando la cabeza con un gesto de aprobación.

Me miró con tristeza y esperanza, y en ese momento supe que tenía que hacer lo que me pedía. Así que empecé a escribir, y las palabras fluían como nunca antes. Conté la historia del fantasma, su lucha y su traición, su dolor y su búsqueda de justicia.

Cuando terminé, el fantasma desapareció en el aire, dejándome con una sensación de paz y unidad. Sé con certeza que su historia se contará y su legado viviría por siempre.

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5 historias publicadas.

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Mila Clemente
15 feb, 00:20 h
Bonita historia. ☺️ Un saludo.
Miquel Quetglas (Maiky Forrester)
15 feb, 13:59 h
Pues si, vivió por siempre. ¡Muy culo!
elinsurgentecalleja
16 feb, 00:19 h
Se hizo justicia, aunque fuera después de muerto.
Lo escrito es posteridad y testigo del paso del tiempo.
Me ha gustado!
Saludos Insurgentes
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