Los peces de ríos acaudalados
ya no distinguen la noche del día.
Dueños y esclavos de su travesía
van contracorriente desorientados
Desconchados guijarros arrastrados
no quieren ver, cegados de ironía
Negando ser el tránsito y la vía
Tan archienemigos, antes aliados
Discurren desinteresadamente
cual minutero otra vez frente al doce
Quien parte de un todo se desconoce
Ineludible acabe finalmente,
sin fuerza para desaires y hastío,
mil veces renombrando el mismo río.
Ole tú, Lucía.
En mi humilde opinión, es una obra ganadora.
Buenos Versos Lucía!
Saludos Insurgentes