Ya era hora, te estaba esperando.
Siéntate, tómate algo.
Si tienes tiempo podemos ir andando.
Te confieso que nunca creí que lo lograría
después de tan largo y arduo camino
por fin me espera el descanso que merecía.
Abrázame fuerte y cálido,
antes de dejarme caer en el frío invernal.
Hueles a clavo y canela,
a anís y cardamomo.
Me siento volátil, sin peso,
como una hoja derribada por las primeras lluvias de temporada.
Caigo en espiral, sin remedio.
Se me encoge el corazón,
últimos resquicios de una luz que se apaga.
Sopla el viento y por fin lo siento.
Ya nadie me cogerá al vuelo.
Ya nunca más sentiré miedo.
Y desde donde me elevo,
puedo ver el sol de nuevo.
La rima es excelente, enhorabuena compañera.
Saludos Insurgentes