Aurelio C.

«Es parte de un soborno»

377 palabras
3 minutos
12 lecturas

Antes no sabía en día vivía y ahora, ahora voy al día, aunque no en el presente, no, mi cabeza está en otras cosas, mi cabeza siempre en lo imposible o lo peor que, a veces, son casi lo mismo. Antes, hoy no era real, no existía, no había tiempo presente porque sufría con lo por venir refugiándome en lo pretérito. Así, y pensando en Ana, en explicarle, en contarle de qué modo y cuándo, cuando, sobresaltado porque una mano sobre mi mano, que servía licor a una de sus primas, y alzó la voz ¡para!, ¡ten cuidado!, creyéndome duro de oído cuando en realidad estaba absorto en mis pensamientos, mis temores, dijo, al pasar Ana ¿qué le pasa a tu chico? Y a mí, con voz más callada ¿te encuentras bien?, buscando cómo contrapesar mis probables torpeza e indisposición. Al cabo, me quedo solo. Tardo en reaccionar, al verla sola, de camino a la cocina y con las manos vacías. Es el momento, Ana, pensé, y me dirigí raudo hasta encontrarme cara a cara con ella. Unos segundos tensos, de silencio, una sonrisa, de ella, y una mueca, muy mía. Creo que ya están todos, comentó, sin apartar su mirada de la mía, podemos comenzar la cena ¿no te parece?, y sin oír la sorda voz que dio mi pensamiento y que no llega a mis labios ¡es importante, Ana, lo que tengo que contarte!, ni entiende mi actitud, mi pose, que siento ridícula, patética, sale de la cocina cerrando la puerta mientras que, con una mirada, como entendidos mis propósitos, dejó dicho ¡desde luego, cariño!, en seguida estoy contigo pero, primero he de llevarle, sin que la autoridad materna nos detenga, esta copita a la Tata, ya sabes, es parte de un soborno, y sonrió sin volver la vista atrás driblando mi ineficaz marcaje. La frustración y el bloqueo no son nuevos para mí, tan presentes ante la hoja en blanco, como lo son ahora, en este instante. Oí, sorprendido, una carcajada al abrirse la puerta de la cocina y lo primero que pensé fue que fui cazado en una más que ridícula situación. Error, me dije, al ver un juego nervioso de manos en una pareja que buscaba algo de alcohol, o de intimidad.

Diálogos
Historia publicada para el ejercicio propuesto por LIBROS.COM
Tu protagonista tiene algo muy importante que contar a su pareja en el día de Nochevieja. ¿Qué le ocurre? ¿Qué le cuenta?
Aurelio C.
"Usted podrá saber lo que dijo pero nunca lo que el otro escuchó", Jacques Lacan.
Miembro desde hace 2 años.
2 historias publicadas.

Para dejar un comentario, inicie sesión
No hay comentarios en esta publicación.
No hay coincidencias
Recompensa
+ XP
Acumulas XP y estás en nivel
¡Gracias!