«ESPEJÍSMO ETÍLICO»
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Durmiendo estaba yo aquella noche, tan fresquito hacía que apetecía estar destapado toda la noche. Llegó mi momento REM y no había humano ni de otra galáxia que me despertara. Habrás oido hablar por ahí del sueño profundo y sus superpoderes. Y los tiene, los tiene. Hemos visto por ahí en alguna revista científica que dormir no es desenchufar y punto, aunque haya personas que están predispuestas a esa capacidad. Parece ser que no hay mucho de cierto en esa afirmación puesto desde que te acuestas hasta que te despiertas tu cerebro y el resto del organísmo viajan a través de cambios y activan ciertas funciones que te permiten vivir bien durante toda la jornada. Ese no fué mi caso, especialmente durante el día después. Qué tipo de alteración ocasionaría las ondas cerebrales en mi sueño que cuando voy a levantarme después de un día de navidad fuera de lo común, con algunas copas de más y bastante movido, voy al baño y me miro al espejo para ver mi estado de vigilia ¿Cuál fué mi sorpresa cuando me veo? Me quedé muy estrañado al verme con una cornamenta que llegaba medio metro por encima del espejo del cuarto de baño. Que había pasado con aquellos ramales tan grandes y curvados, que en cada uno de ellos podías colgar todas las toallas del baño perfectamente. ¡Que dirían mis amigos y colegas cuando me vieran con esta pinta! Y mi familia...Ya no podía más no tuve más remedio que caerme rendido nuevamente a la cama porque lo necesitaba, a esperar que cuando resucitara de mi vida intracorpórea me encontrara en mejores circunstancias y soltara mi cornamenta etílica que no me podía quitar por lo menos en estos momentos
Bloqueo creativo
Historia publicada para el ejercicio propuesto por LIBROS.COM
Te despiertas el día de Navidad. Te has convertido en un reno. ¿Qué ocurre?
No hay coincidencias