«La historia jamás contada»

                            Después de nueve años buscando el libro más mágico del mundo, logré hallarlo en una de las bibliotecas más antiguas de todo el planeta. Una gran satisfacción corría por mi cuerpo al sentirlo entre mis manos. Deslizando mis dedos sobre su sedosa portada, apareció el primer vestigio de su asombrosa magia. Ese delicado papel marrón con tonos granates me mostró el título del que nunca nadie alcanzó averiguar, "La historia jamás contada".
Me acomodé en el rincón de los libros abandonados, por desuso o rareza, y así disfrutar de su tan deseada lectura. Mi primera impresión al abrirlo fue una reacción atípica, pues las páginas estaban en blanco. De pronto, unas letras aparecieron en la primera página como por arte de magia. Comencé a leer y según iba avanzando mi lectura, las palabras se iban plasmando solas en el papel. El comienzo de ese famoso libro fue el siguiente; el relato que marcó un antes y un después en la vida de Renato. Trataba de un joven aventurero empeñado en hallar el mayor tesoro escondido en la cueva más grande del mundo, Son Doong, en Vietnam. Su escritura conseguía sumergirme en el interior de la historia, el frío que sentía Renato al introducirse en la cueva subterránea me produjo temblor, y el miedo que presenció al localizar el lugar más oscuro y tenebroso de esa cueva, hizo que aumentara mi ritmo cardíaco. Gotas de sudor brotaban de mi frente como el rocío sobre las hojas al amanecer. Todo mi cuerpo se estremecía a cada paso del protagonista. Fue la lectura más impactante de mi vida.
Cada media hora sentía la necesidad de observar hacia otro lugar que no fueran las páginas, o simplemente cerrar los ojos. Se asemejaba a ese instante en el que te detienes para respirar, descansar, incluso pegar un trago de agua. Y cuando mis ojos volvían a seguir el curso de las palabras, el mismísimo protagonista escribía sus relatos por cada experiencia que le surgía en su camino. Esas palabras se manifestaban con otra tonalidad en el papel, y en distinto tamaño.
Realmente estaba siendo una maravillosa experiencia de la que deseaba que no finalizara jamás. Se me pasaron las horas sin percatarme en que permanecí encerrado toda la noche en aquel almacén donde nadie prestaba atención, al parecer aquel rincón de libros abandonados resultó ser como un trastero de trapos viejos. Aproveché para salir y acomodarme en una de las mesas de la biblioteca, bajo la luz cálida de la lámpara seguí con mi aventura. Tras dos horas más de lectura, finalicé el libro que me llevó al gran tesoro escondido.
En cuestión de semanas recorrí medio mundo hasta llegar a Vietnam, donde pude revivir la aventura de Renato en mis propias carnes, hasta alcanzar el mayor tesoro escondido por el mismísimo autor anónimo, de "La historia jamás contada". Me pregunto si ese misterioso libro volvería a mostrarme la misma historia, o me revelaría otra parte del mundo donde localizar otro tesoro. Tendré que averiguarlo.