«La vieja libreria»

Y de nuevo mi maleta y yo caminabamos hacía un nuevo destino.
La dueña del apartamento me anunciaba que el contrato expiraba.
Mi puesto de camarera lo perdí hace dos semanas.
Toca buscar un empleo
Me gusta el sonido del barrio ,lleno de personas, Y de repente, ahy está, una librería con un cartel en la puerta que reza " Se necesita empleada".
La dueña, es una peculiar mujer de edad indefinida con enormes gafas. Me ha caído bien y yo a ella, porque con un par de preguntas me ha soltado " ,el puesto es tuyo"
Han transcurrido casi treinta años de esta historia.
hoy soy yo la que regenta la vieja libreria.
Sol, que así se llamaba mi jefa, fue la que me enseñó a ver en cada cliente que entraba el libro que necesitaba.
Yo observaba que ni un solo cliente terminaba comprando el libro que había elegido, llegaba al mostrador y entonces Sol, miraba el ejemplar, miraba a la persona y con una dulce sonrisa le preguntaba si estaba seguro de que ese libro era el que quería leer, sin darle tiempo a que contestará, ella le ofrecía otro.
El resultado era que ese mismo cliente regresaba unas semanas después para agradecerle  la elección del libro, la historia que estaba escrita era justo el problema por el que él o ella estaba viviendo y por supuesto la solución.
Hace años que me di cuenta de que los libros y las librerías son mágicas.
Sol me enseñó a mirar directamente a los ojos de los clientes,
descubrir sus secretos, y ofrecerles el libro adecuado para arreglar sus vidas.
Ella no me ofreció un libro, me regaló una vida estable, y un montón de soluciones.
Me jubilo y estoy esperando a la próxima sustituta/o  de este maravilloso empleo.
Si pasas por mi tienda, entra a saludarme, nunca se sabe, podrías ser tú.....