Hoy era un día importante para mí, no porque fuera mi primer día de trabajo después de las vacaciones, eso al fin y al cabo ocurre todos los años, es como el fin de un ciclo y el comienzo de otro. Pero al final todo sigue igual. Lo era porque tenía que tomar una importante decisión, el final de mi nuevo libro. La verdad es que lo tenía decidido hace tiempo, pero una cosa es tenerlo en la cabeza y otra muy distinta es plasmarla en un papel. Finalmente he conseguido escribirlo y al margen de que tenga que escribir el prólogo, epílogo y demás, podría decir que el trabajo ya está hecho. Aunque aún queda mucho por hacer y seguramente cambie muchas cosas antes de darlo por finalizado, tal vez el final o no. ¿Quién sabe?
Es cierto que me gustaría contar muchas cosas mas sobre este nuevo proyecto, pero es el sabio cronometro el que me está avisando de que no debo hacerlo. Así que aquí lo dejo, mañana más.