«Nuevo amanecer»

Todos eramos conscientes al "despertar" que algo había cambiado para siempre.
No se oían las sirenas que todos temíamos. Ni un solo edificio había caído. Todo seguía en pie.
Sólo recuerdo una patrulla aérea fumigarnos aquella tarde de marzo. Después de aquello ya no recuerdo absolutamente nada.
Había transcurrido una semana aproximadamente desde esa última conversación con Cristina. Desde entonces el tiempo parecía haberse detenido.
Que sensación tan extraña, seis días de nuestras vidas parecían haberse esfumado en un abrir y cerrar de ojos.
Las ventanas de la casa se abrían y cerraban golpeando una y otra vez contra el marco. Un cielo rojizo corría sobre mí cabeza, como un tupido velo de seda, plasmando una especie de dibujo allá arriba que parecía repetirse con el tiempo como si un algoritmo embuclado estuviera detrás de todo ello.
Recuerdo que las masas escuchaban la voz de la verdad mientras la realidad era otra bien distinta, tanto y hasta tal punto lo era que fue silenciada, ahogada, pisoteada, y ocultada detrás de un antifaz llamado mentira, el mismo al que otros llamaron conspiración.