Hola, Luz, pequeña y perdida Luz, soy tú, tú misma y te escribo para contarte lo que se te viene encima. Estoy perdida, desamparada y sola, sobre todo sola, en un mundo que pesa mucho más de lo que mis brazos, los tuyos también, son capaces de soportar. El dolor se agolpa en mi pecho y las lágrimas se han secado ya.
Tú, con tus 17 años aun no entiendes nada, te juntas con tus amigos, a los que amas incondicionalmente, completamente ciega y sin darte cuenta de que no te hacen bien, ellos nunca están para ti, sin embargo tú te quedas sin dormir cada vez que alguno de ellos quiere hablar o tiene un mal día. Esta gente, con la que sales a diario desde hace un año solo ha sabido hacerte cada vez más pequeña, diminuta en un mundo enorme en el que antes te creías tan grande y poderosa que parecía que todo estuviera hecho para ti y tu futuro, llegando al punto de no ir ya a clase porque ellos opinan que no serás capaz igualmente de sacar el curso, que mejor quedes con ellos y no pierdas el tiempo más.
Dentro de unos meses conocerás a un chico y creerás haberte enamorado, pero nadie puede enamorarse del dolor, nadie debería sentirse obligado a hacer cosas que no quiere hacer. Abandonarás la casa de tu madre para irte con él, te irás lejos y perderás esas noches en el salón hablando hasta las tantas con ella, esas noches de insomnio en las que, mientras llorabas desconsoladamente ella te abrazaba y te contaba cosas hasta que caías rendida, esas tardes en las que, al volver de la calle, te esperaba con la comida hecha y te animaba a hacer todas las cosas que los demás habían ido haciendo que ya no te vieras capaz de hacer. Y lo perderás para siempre por irte con un hombre al que no le temblará la mano cuando se enfade y tenga que pegarte "por tu bien", cosa de la que nunca hablarás a tu madre y perderás la oportunidad.
Soy tu yo de 19 años, quizás no sea tan mayor, pero tengo cosas muy importantes que decirte. No te vayas, disfruta, disfruta de tu familia, de las cenas y cotilleos con tu madre, de sus consejos, porque estos nunca van a volver, de su voz, de su risa, porque ella no es eterna, ni muchísimo menos, pues acabamos de enterrar su cuerpo sin vida hace apenas unas horas y el dolor es tan fuerte que quiere partirme en mil trozos. Ámala con fuerza, disfrútala, pasa tiempo con ella, que ya sabes que es tu mejor amiga desde hace tantos años, es la que te entiende y te aguanta, la que te calma y te quiere. Por favor, no te vayas a la deriva, pues lo único que hemos conseguido con todo esto, además de sufrir, es perder nuestro último año con ella y ese ya no va a volver nunca.
Un abrazo fuerte, pequeña Luz, estoy aquí para ti, hoy y siempre.
«Sal de ahí.»
513 palabras
4 minutos
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Desarrollo de personajes
Historia publicada para el ejercicio propuesto por LIBROS.COM
Tu protagonista se sienta frente a un escritorio y escribe una carta a su yo mucho más joven. ¿Qué le diría? ¿Se arrepiente de algo? Escribe desde la voz del personaje.
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