Las olas, la brisa y el olor húmedo del mar.
Los primeros rayos de sol.
Los días largos, las puestas de sol abriéndoles paso a las noches cortas.
La luna acompañada de las estrellas.
Las vacaciones.
Ir a dormir oyendo a los grillos y despertarse con los pájaros y las chicharras cantando.
Los castillos de arena fina, los niños jugando y riendo, la sombrilla, la silleta y el flotador.
Las toallas, las sandalias, la nevera azul, la sandía, la merienda y los helados.
La crema protectora, broncearse, jugar a las palas y el 'aftersun'.
El bikini, el bañador, el abanico y el ventilador.
La música de un chiringuito cualquiera en una playa cualquiera.
La cerveza fría, la sangría, las aceitunas, las cascarujas y los amigos.
Los amores fugaces de junio, julio y agosto.
Los vecinos del pueblo tomando el fresco.
Los festivales y las verbenas.
Las hogueras de San Juan y los fuegos artificiales del quince de agosto.
El verano tocando a la puerta para instalarse.
Poderoso don verano.
Saludos Insurgentes