«Ya está acabado.»

69 páginas. Sabrán que sólo fue la suerte del principiante y todo mi sueño se irá al garete. Cuatro años de universidad y dos másteres para acabar siendo un fracaso. Dos malditos años me dieron para poder hacer la continuación de "Algo está pasando" y no he podido saber ni qué me pasa a mí. Voy a rendirme. El primer libro está traducido a 7 idiomas y hemos perdido la cuenta de las copias que se han vendido. ¿Todo para qué? Para nada. Me voy a la cama, no me encuentro bien y la cabeza me va a explotar. 11 días para poder acabarlo y es imposible. Los días pasan y me pongo muy enfermo y no puedo levantarme de la cama. Mi esposa, mi hermano y mi sobrino Lucas han tenido que turnarse para poder cuidarme. Fiebres de más de 40 grados y una novela sin escribir. Un libro que jamás saldrá a la luz. Cuando solo falta un día para la entrega, mi editor se pasa por casa y se sorprende mucho al verme en este estado.
Él se acerca a mi escritorio, dónde sabe que están mis cosas y se pone a rebuscar entre los archivos del ordenador. Intento retenerlo, pero no tengo fuerzas.- No sé qué le faltará, Paco, pero yo creo que 540 páginas son muchas páginas – dice.
- ¿Cómo que 540? Pero si yo no...
- ¡Cómo sois los escritores! Dale un último repaso que mañana a las 10:30h hemos quedado con los de la editorial. ¡Y tómate un jarabe para esa fiebre!
 Cojo el ordenador, paso página por página y es cierto, mi novela está escrita. No sé si me estoy volviendo loco, pero espero que esto no sea un sueño, porque la reunión de mañana es muy real.