Buenas tardes,
Mi nombre es Ana, de padres andaluces, nací en Barcelona hace 35 años. Madre joven, mis hijos tienen hoy 11 y 8 años, siempre creí que era posible compaginar todas las facetas más allá de los cuidados a mis hijos a pesar de que no siempre lo conseguía. Mi decisión de divorcio, cuando ellos aun era pequeños, me permitieron reconectarme con mi esencia y empezar a vivir como, estaba segura, que era posible. El tiempo me confirmó que podía ser Madre y Mujer a la vez y que todo residía en uno mismo y en la actitud con la que decidas vivir. Llevar a cabo proyectos, actividades que me hacían sentir bien producían una felicidad que transmitía a mis hijos y, en consecuencia, nos reforzaba como familia, como equipo.
Actualmente, estoy orgullosa de haber sido capaz de desarrollar mi carrea profesional, llevar el peso principal en la crianza de mis hijos y sentirme como lo que soy, una mujer joven con ganas de seguir haciendo cosas nuevas sin miedo pero con responsabilidad. Sobre todo me enorgullece compartirlo con mis hijos, sin ellos no sería como soy hoy.
Los niños son el futuro. Los adultos de hoy tenemos la importante responsabilidad de formarles y de transmitirles valores y creencias. Por ello, decidí escribir este cuento para, con luces y super poderes, dar valor al papel de la mujer y de la importancia de los pensamientos positivos vivir siempre con una sonrisa y sentir la Felicidad en nosotros mismos.
Sin duda, este cuento se lo dedico a los protagonistas de mis días, mis hijos Jordi y Caterina esperando que también crean en si mismos y lleguen a donde se propongan siempre respetando a quienes se encuentren en el camino
Mi nombre es Ana, de padres andaluces, nací en Barcelona hace 35 años. Madre joven, mis hijos tienen hoy 11 y 8 años, siempre creí que era posible compaginar todas las facetas más allá de los cuidados a mis hijos a pesar de que no siempre lo conseguía. Mi decisión de divorcio, cuando ellos aun era pequeños, me permitieron reconectarme con mi esencia y empezar a vivir como, estaba segura, que era posible. El tiempo me confirmó que podía ser Madre y Mujer a la vez y que todo residía en uno mismo y en la actitud con la que decidas vivir. Llevar a cabo proyectos, actividades que me hacían sentir bien producían una felicidad que transmitía a mis hijos y, en consecuencia, nos reforzaba como familia, como equipo.
Actualmente, estoy orgullosa de haber sido capaz de desarrollar mi carrea profesional, llevar el peso principal en la crianza de mis hijos y sentirme como lo que soy, una mujer joven con ganas de seguir haciendo cosas nuevas sin miedo pero con responsabilidad. Sobre todo me enorgullece compartirlo con mis hijos, sin ellos no sería como soy hoy.
Los niños son el futuro. Los adultos de hoy tenemos la importante responsabilidad de formarles y de transmitirles valores y creencias. Por ello, decidí escribir este cuento para, con luces y super poderes, dar valor al papel de la mujer y de la importancia de los pensamientos positivos vivir siempre con una sonrisa y sentir la Felicidad en nosotros mismos.
Sin duda, este cuento se lo dedico a los protagonistas de mis días, mis hijos Jordi y Caterina esperando que también crean en si mismos y lleguen a donde se propongan siempre respetando a quienes se encuentren en el camino