«Amistad jugada»

- Yo no me drogo - dijo el atleta con cierto enfado.

- Está bien. ¿Y como explicas entonces que hayamos encontrado sustancias prohibidas en la mochila que llevas a los entrenamientos? - preguntó el presidente del comité olímpico.

- No tengo ni idea de cómo han llegado hasta ahí - respondió aún mas enfadado el atleta -. Llevo mas de diez años compitiendo, con muchos tests antidrogas hechos y en ninguno se ha detectado nada.

- Veo que sigues empeñado en negar las acusaciones que tenemos contra ti - dijo el presidente levantándose de la silla -. En una semana tú y tus compañeros os sometereis a nuevos tests antes de comenzar la competición. Veremos que dicen los resultados.

Sergio estaba muy nervioso. Sabía que esos resultados iban a dar positivos. Aunque sí que decía la verdad al no saber nada de las sustancias que le habían encontrado.

Todos los atletas que competirían en los juegos olímpicos estaban concentrados en el mismo hotel, por lo tanto el culpable de que le acusaran de dopaje tenía que ser uno de sus compañeros.

Tras uno de los entrenamientos, dejó grabando su móvil en el vestuario donde todos tenían sus cosas. Al revisar el video descubrió al culpable. Pero se llevó una sorpresa al ver que era su mejor amiga del equipo. Se acababa de llevar una gran decepción, pero antes que la amistad estaba la competición.

Cuando se hicieron los análisis consiguió acceder a ellos y cambió sus muestras por las de su supuesta amiga.

Sergio metió una bolsita con la sustancia que él consumía entre las cosas de la chica. Sustancia que detectaron los análisis. Inmediatamente fue apartada de la competición.

Seguramente repetirían los análisis y se descubriría la verdad pero, por el momento, se había quitado de encima a su falsa amiga.