Carson visitaba a su querido tío ese fin de semana, se divertía pasando tiempo con él, pues le hacía reír y aprender mucho de su profesión, la fotografía. Le apasionaba ver cómo una imagen recién tomada aparecía poco a poco plasmada sobre un papel. Suponía magia para él. Un momento fantástico y sin truco del almendruco.
Mientras su tío revisaba uno de sus trabajos, Carson contemplaba varias fotografías que colgaban de la pared del estudio. Hasta que una de ellas le produjo una sensación especial, y se acercó para observarla mejor. Se trataba de un bosque donde un suave destello parecía moverse entre los árboles. Cuando Carson intentó acariciar esa bella imagen, una luz cegadora envolvió todo su cuerpo hasta el aura. En cuestión de segundos el estudio había desaparecido, miró a su alrededor y pudo comprobar que se encontraba en el interior del mismísimo bosque fotografiado.
Caminando entre enormes raíces que brotaban del suelo, percibió un olor que le resultaba familiar, el de café. Rastreó el sendero hacia ese agradable aroma, y cuando llegó hasta él, un simpático centauro le esperaba con su taza de café entre sus manos.
- Buenos días Carson - Le dijo con tesón.
- Buenos días. ¿Quién es usted? - Contestó Carson asombrado.
- Soy Centauro el sabio. ¿Quieres un poco?- Le preguntó mostrándole su taza de color morado.
- No, gracias. Creo que…todavía soy pequeño para beber café.
- Vaya. Me alegro de recibir esa respuesta, pues aunque me hubieras contestado que sí, no te hubiera dado.
- Entonces, ¿por qué me has preguntado?
- Para saber qué me respondías.
- Pero, ¿por qué? Si ya lo sabías…
- Porque quería saber si respondías lo adecuado- Y ¿por qué? ¿Qué más te da a ti?
- ¿En casa eres tan preguntón? No lo parecías cuando te vi.
- Cuando me viste... ¿cuándo?
- Cuando nos observabas desde el estudio, parecías tan sosegado.
- ¿Qué es sosegado?
- Pues significa que estás tranquilo y callado.
- ¿Y ahora cómo vuelvo al estudio? Estoy preocupado.
- Sigue el sendero y encontrarás una bella Ninfa, ella te dará la respuesta, aunque es ambiciosa mejor ser detallista.
Carson siguió su camino percibiendo diversos aromas que jamás había recibido. Entre unos arbustos abarrotados de frutos, apareció Lina la Ninfa con una traviesa sonrisa.
- Buenos días. Tú debes ser Carson.
- Buenos días. ¿Cómo lo sabes? ¡Ah! Claro, me verías en la habitación.
- Me ha dicho un pajarito que necesitas ayuda, ¿quieres saber dónde está la salida?
- Sí, ¿me podrías ayudar? mi tío estará preocupado, seguro que me está buscando.- De acuerdo. Pero deberás hacer algo por mí. Estoy muy aburrida, si me cuentas una adivinanza te dejaré marchar.
- Vale - Dijo Carson pensativo - Blanca por dentro verde por fuera si quieres que te lo diga espera.
- Que espere ¿a qué? Déjame que piense.
De pronto, alguien desde un lugar lejano le dijo la respuesta: - ¡Pera, es-pera…! Y entre las risas de su querido tío y una mezcla de paisajes en espiral, Carson volvió al estudio como en un viaje astral.
Me ha encantado!
Saludos Insurgentes
Muy original Mila :)