Paquita, la profe de lengua, se ha dado cuenta de que me fijo mucho en Nuria y sé que cuando estamos en clase me mira, me tiene vigilado, pero me da igual, estoy deseando de que toque la campana para salir al recreo y verla, es tan guapa…
Muchas veces se me queda mirando y no se que decir, me da vergüenza y bajo los ojos, ella me mira y se ríe, creo que le gusto.
El otro día me senté junto a ella en el banco azul del patio y mientras me comía el bocadillo de chorizo que me había puesto mi madre me fijé en su pelo rubio, sus ojos son azules, tiene once años, igual que yo.
Ella huele muy bien, es un olor a ropa limpia y colonia. Dice que su madre la pone colonia de limón, ella dice que se llama esencia.
Muchas veces en clase, viene y se sienta en mi mismo pupitre, yo noto una cosa en la tripa que no se lo que es, me pasa cuando Nuria está a mi lado, pero me encuentro a gusto con ella y cuando acaba la clase y se va, se despide de mi y me da tristeza, me voy deseando de que llegue el día siguiente para verla otra vez.
Mañana es mi cumpleaños y voy a invitarla a merendar, voy a llevar dos bocadillos y dulces, uno es para ella y cuando estemos en el banco azul del patio, la voy a pedir que si quiere ser mi novia... ¡ojalá diga que sí!.