«El final del camino»

Silencio. Todo parece enmudecerse, mientras el sudor le corre por la sien, haciéndole cosquillas y acelerando su corazón. Ante ella se encuentra el principio y el final. Casi parece que todo se mueve a cámara lenta, mientras una marabunta de personas parecen alzar las manos y gritar de emoción. ¿Emoción? No había cabida para la emoción. Allí estaba el final, el final de un angustioso camino que no hacía más que recorrer una y otra vez.

Pero aquella vez era diferente.

La había conocido a ella.

L'tha la observa desde el otro lado. Su rostro está contraído. Sabe que va a perder, a morir. Kivia'th había ganado aquel sórdido espectáculo desde que había llegado allí en manos del soberano, en aquellos tiempos donde las competiciones todavía eran inocentes. Nadie salía herido. Todos reían.

Pero el escenario era un lugar de fama y dinero. ¿Qué sabría una joven ilusa como ella? Ahora ha aprendido la lección, ahora, que ya era demasiado tarde.

Traga. Cierra los ojos unos segundos, y se recrea en las caricias, en las miradas, en las sonrisas, en los besos, el olor... Su esencia. Aquel amor envenenado había ofuscado sus sentidos y pensamientos. Ya era tarde. Ya no tenía el control.

"Lo siento. Te quiero", dijo al aire, a sabiendas de que ella no la escucharía. Con fuerza lanzó el bastón de metal. Era la última prueba. El final del camino.

Falló. Una sensación de amarga felicidad y tranquilidad.

El estruendo atosigó sus oídos. Por fin. Se acabó. Se giró. Las mejillas de L'tha relucían húmedas. El dolor iría con ella por mucho tiempo.

Pero mejor el dolor que la absolutamente nada.